Página 617 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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La importancia del ejemplo debido
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Velad y orad. Únicamente en esa forma podéis dedicaros com-
pletamente a la obra del Señor. El yo debe pasar a un segundo plano.
Los que colocan el yo en un lugar prominente adquieren una expe-
riencia que pronto se convierte en una segunda naturaleza para ellos,
que no tardará en dejar de comprender que, en vez de elevar a Jesús,
se están exaltando a sí mismos, que en lugar de ser canales a través
de los cuales pueda fluir el agua viva para refrescar a otros, absorben
las simpatías y los afectos de quienes los rodean. Esto no es lealtad
hacia el Señor crucificado.
Epístolas vivientes
Somos embajadores de Cristo, por lo que debemos vivir, no para
salvar nuestra reputación, sino para salvar a las almas que perecen.
Debiéramos esforzarnos diariamente para mostrarles que pueden
alcanzar la verdad y la justicia. En lugar de ganarnos la simpatía
de los demás causando la impresión de que no somos apreciados,
debemos olvidarnos enteramente de nuestro yo; y si fallamos en lo-
grar esto, a causa de la falta de discernimiento espiritual y de piedad
vital, Dios requerirá de nuestras manos las almas de las personas por
quienes debiéramos haber trabajado. Ha hecho provisión para que
cada obrero que está a su servicio pueda recibir gracia y sabiduría,
a fin de que llegue a ser una epístola viviente, conocida y leída por
todos los hombres.
Por medio del acto de velar y la oración podemos cumplir lo
que el Señor se propone que realicemos. Mediante el cumplimiento
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fiel y cuidadoso de nuestro deber, por medio de la vigilancia de las
almas como quienes tienen que rendir cuenta, podemos eliminar
las piedras de tropiezo del camino de los demás. Mediante sinceras
advertencias e instancias, con nuestras propias almas llenas de tierna
solicitud por los que están a punto de perecer, podemos ganar almas
para Cristo.
Se contrista al Espíritu Santo
Quisiera que todos mis hermanos y hermanas recordasen que es
un asunto muy serio contristar al Espíritu Santo, y él es contristado
cuando el instrumento humano procura trabajar por sí mismo y rehú-