Página 651 - Consejos Sobre la Salud (1989)

Basic HTML Version

Consejos a los médicos y enfermeros
647
seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál
sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer
el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis
llenos de toda la plenitud de Dios”.
Efesios 3:16-19
.
La bendición de la gracia se da a los hombres para que el universo
celestial y el mundo caído puedan ver, como no podrían lograrlo de
otro modo, la perfección del carácter de Cristo. El Gran Médico vino
a nuestro mundo para mostrar a hombres y mujeres que mediante su
gracia pueden vivir de tal modo que en el gran día de Dios puedan
recibir este precioso testimonio: “Estáis completos en él”.
Los médicos deben revelar los atributos de Cristo, perseverando
firmemente en la obra que Dios les ha encargado. Los ángeles han
sido comisionados para dar a los que realizan fielmente esta obra
conceptos más amplios del carácter y la obra de Cristo y de su poder,
su gracia y su amor. Así se convierten en participantes de su imagen,
y día a día crecen hasta la plena estatura de hombres y mujeres en
[596]
Cristo. Es el privilegio de los hijos de Dios aumentar constantemente
su comprensión de la verdad, para que puedan introducir en la obra
amor a Dios y al cielo, y extraer de los demás agradecimiento a Dios
debido a la abundancia de su gracia.
Tenemos razón para manifestar gratitud eterna a Dios porque él
nos ha dejado un ejemplo perfecto. Todo cristiano debiera esforzarse
por seguir firmemente en los pasos del Salvador. Debiéramos ofre-
cer expresiones de alabanza y agradecimiento por habernos dado
un Ayudador tan poderoso, una salvaguarda contra toda tentación,
contra toda clase de impropiedad en el pensamiento, las acciones y
las palabras.
Nuestra única seguridad contra la posibilidad de caer en el peca-
do consiste en mantenernos continuamente bajo la influencia mode-
radora del Espíritu Santo, y al mismo tiempo dedicándonos activa-
mente a la causa de la verdad en santidad, cumpliendo todo deber
encomendado por Dios, pero sin echarnos cargas que Dios no ha
colocado sobre nosotros. Los médicos deben mantenerse firmes bajo
el estandarte del mensaje del tercer ángel, pelear la buena batalla de
la fe con perseverancia y éxito, confiando en la armadura celestial,