Página 683 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Enceguecidos por el pecado
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Es incalculable la desgracia y la degradación que siguen en la
estela de la licencia. El mundo está contaminado por sus habitantes.
Casi han colmado la medida de su iniquidad; pero lo que atraerá la
retribución más grave es la práctica de la iniquidad bajo el manto de
la piedad. El Redentor del mundo no despreció nunca el verdadero
arrepentimiento, por grande que fuera la culpa; pero lanzó ardientes
denuncias contra los fariseos y los hipócritas. Hay más esperanza
para el que peca abiertamente que para esta clase de personas...
Como embajadora de Cristo, os suplico a vosotros que profesáis
la verdad presente, que rechacéis cualquier avance de la impureza, y
abandonéis la sociedad de aquellos que emiten una sugestión impura.
Repudiad estos pecados contaminadores con el odio más intenso.
Apartaos de aquellos que, aun en la conversación, permiten que su
mente siga esta tendencia; “porque de la abundancia del corazón
habla la boca”.
Mateo 12:34
.
Como el número de los que practican estos pecados contami-
nadores aumenta constantemente en el mundo, y ellos quisieran
introducirse en nuestras iglesias, os amonesto a que no les deis cabi-
da. Apartaos del seductor. Aunque profese seguir a Cristo, es Satanás
en forma humana; ha tomado prestada la librea del cielo para servir
mejor a su señor. No debierais ni por un momento dar cabida a una
sugestión impura y disfrazada; porque aun esto manchará el alma,
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como el agua impura contamina el conducto por el cual pasa.
Prefiramos la pobreza, el oprobio, la separación de nuestros
amigos o cualquier sufrimiento, antes que contaminar el alma con
el pecado. La muerte antes que el deshonor o la transgresión de la
ley de Dios, debiera ser el lema de todo cristiano. Como pueblo
que profesa ser constituido por reformadores que atesoran las más
solemnes y purificadoras verdades de la Palabra de Dios, debemos
elevar la norma mucho más alto de lo que está puesta actualmente.
El pecado y los pecadores que hay en la iglesia deben ser eliminados
prestamente, a fin de que no contaminen a otros. La verdad y la
pureza requieren que hagamos una obra más cabal para limpiar de
Acanes el campamento. No toleren el pecado en un hermano de los
que tienen cargos de responsabilidad. Muéstrenle que debe dejar sus
pecados o ser separado de la iglesia.