Página 685 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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La santidad y la salud
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ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor
de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, para cortar de
la tierra la memoria de ellos. Claman los justos, y Jehová oye, y los
libra de todas sus angustias”.
Salmos 34:12-17
.
El obrar bien es la mejor medicina
El estar consciente de obrar correctamente es la mejor medicina
para los cuerpos y las mentes enfermos. La bendición especial de
Dios que reposa sobre el que la recibe es salud y fortaleza. La
persona cuya mente está tranquila y satisfecha en Dios está en
camino de la buena salud. El tener conciencia de que el ojo de
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Dios nos contempla y que su oído escucha nuestras oraciones, es
sumamente satisfactorio. Saber que tenemos un Amigo que nunca
falla a quien podemos confiar todos los secretos del alma, constituye
una felicidad que las palabras no pueden expresar. Las personas
que tienen sus facultades morales anubladas por la enfermedad no
pueden representar correctamente la vida cristiana ni la hermosura de
la felicidad. Se encuentran con frecuencia en el fuego del fanatismo
o en el agua helada de la indiferencia o en el abatimiento insensible.
Los que no creen que es su deber religioso disciplinar la mente
para que se espacie sobre temas gozosos, generalmente se encontra-
rán en uno de dos extremos: se sentirán exaltados por una serie de
diversiones entusiasmadoras, participarán de conversaciones frívo-
las, reirán y harán bromas, o bien se sentirán deprimidos, tendrán
grandes pruebas y conflictos mentales, que piensan que pocas per-
sonas han experimentado o pueden comprender. Estos pueden ser
cristianos profesos, pero engañan sus propias almas...
El ocio y el abatimiento
Los sentimientos de abatimiento son con frecuencia el resultado
de un exceso de tiempo libre. Las manos y la mente debieran mante-
nerse ocupadas en trabajos útiles, en aliviar las cargas de los demás;
y los que hacen esto también recibirán un beneficio. La ociosidad
da tiempo para concebir aflicciones imaginarias; y con frecuencia
quienes no tienen dificultades y pruebas reales, las tomarán prestadas
del futuro.