Apéndice
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demuestra que el camino en el cual ha entrado ya la nación de los
Estados Unidos conduce lógicamente a este fin. Y no sólo esto, sino
que su influencia al respecto hará retroceder al mundo a la Edad
Media, a la ruina completa de la iglesia y el estado. Los que no
saben estas cosas pueden tratarlas como increíbles, mas si tan sólo
quieren investigar, pueden comprenderlas. A pesar de todo, Dios
cuidará a los fieles; no necesitan temer. Los que corren peligro son
los perseguidores, no los perseguidos.
Nota 2. Página 201—La sabiduría de Dios se manifestó en la
elección que hizo en cuanto al tiempo de la venida de Cristo al mun-
do. Al venir en una época tan tardía, hubo amplia oportunidad de que
la profecía atestiguase su misión. Una cadena de predicciones inspi-
radas que abarca muchos siglos anunció los sucesos relacionados
con su aparición en forma humana. Dios quiso que el cumplimiento
de esas profecías fortaleciera la fe de los creyentes en Cristo. Si el
Salvador hubiese venido mucho antes de lo que vino, esta ventaja
no habría sido tan grande.
También de acuerdo con la providencia de Dios, Cristo vino
cuando dominaba el poder romano. Los judíos, por haberse apartado
de Dios, habían caído bajo el dominio de una nación pagana. Aunque
ejercía cierta medida de autoridad, el Sanedrín no podía pronunciar
juicio en un caso que entrañase la pena capital. Dominados por el fa-
natismo y la tradición, los judíos eran muy crueles e inexorables. Su
odio hacia Cristo era intenso. Si hubiesen poseído el poder supremo,
los celosos sacerdotes y príncipes se habrían librado muy pronto
del que consideraban como rival. La obra del Salvador entre los
hombres se habría abreviado, y nada se habría registrado en cuanto
a su vida y su ministerio. No se habría levantado la cruz de Cristo en
el Calvario. La crucifixión era un método romano de castigo. Si los
judíos hubiesen ejercido un dominio independiente, habrían muerto
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a Cristo apedreándole por la falsa acusación de violar la ley de Dios.
Esto no habría cumplido la profecía de que como la serpiente había
sido alzada en el desierto había de ser levantado el Hijo de Dios.
Además, si la venida de Cristo hubiese tardado aun más, los
judíos no podrían haber logrado su muerte por la crucifixión. Su
poder iba declinando constantemente, y no habrían tenido suficiente
influencia ante las autoridades romanas para obtener su condenación.