Página 145 - La Educaci

Basic HTML Version

La educación en el hogar
141
pues ella está modelando el carácter y promoviendo el desarrollo de
las inteligencias.
Las madres del presente están haciendo la sociedad del futuro.
¡Cuán importante es que sus hijos sean criados de tal modo que
puedan resistir las tentaciones que han de encontrar por doquier, más
tarde en la vida!
Sea cual fuere la ocupación del padre y las perplejidades que ella
le ocasione, traiga él al hogar el mismo rostro sonriente y los acentos
placenteros con que durante todo el día ha recibido a visitantes y
extraños. Sienta la esposa que puede apoyarse en el gran afecto de
su esposo, en que sus brazos la fortalecerán y sostendrán a través de
todas sus tareas y cuidados, en que su influencia apoyará la suya, y
su carga perderá la mitad de su peso. ¿No le pertenecen los hijos a
él tanto como a ella?
Procure el padre aliviar la tarea de la madre. En el momento
dedicado al goce de un ocio egoísta, trate de familiarizarse con sus
hijos, vale decir, únase a ellos en sus juegos, en sus ocupaciones.
Muéstreles las hermosas flores, los altos árboles, en cuyas hojas
pueden seguir las huellas de la obra y el amor de Dios. Debiera
enseñarles que el Dios que hizo todo eso, ama lo bello y lo bueno.
Cristo señaló a sus discípulos los lirios del campo y las aves del aire,
mostrando cómo Dios cuida de ellos; y esto lo presentó como una
evidencia de que él cuidará del hombre, que vale mucho más que
las aves y las flores. Explíquese a los niños que, por mucho tiempo
que se malgaste en tentativas de ostentación, nuestra apariencia, en
gracia y belleza, no puede compararse con la de las más sencillas
flores del campo. De esa manera sus inteligencias podrán ser llevadas
[151]
de lo artificial a lo natural. Podrán aprender que Dios les ha dado
todas estas cosas hermosas para que gocen de ellas, y que desea que
ellos le den los mejores y más santos afectos del corazón.
Los padres debieran tratar de despertar en sus hijos interés por
el estudio de la fisiología. Los jóvenes tienen que ser instruidos
en lo referente a sus propios cuerpos. Sólo pocos hay entre los
jóvenes que tengan un conocimiento definido de los misterios de la
vida. Es el estudio del maravilloso organismo humano, la relación
y dependencia de todas sus complicadas partes, uno de aquellos
en que las más de las madres se toman poco o ningún interés. No
comprenden la influencia del cuerpo sobre la mente ni la de la mente