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La Educación Cristiana
Sus amigos llaman al resultado de ese proceder designios de la
Providencia. Con ello ofenden al cielo. Se rebelaron contra las
leyes de la naturaleza y sufrieron el castigo por abusar así de dichas
leyes. Los sufrimientos y la muerte prevalecen ahora por doquiera,
especialmente entre los niños. ¡Cuán grande es el contraste entre
esta generación y aquellas que vivieron durante los primeros dos mil
años!
Importancia de la enseñanza en el hogar
Pregunté si esta marea de dolor no podía evitarse y hacerse algo
para salvar a la juventud de esta generación de la ruina que la amena-
za. Me fué mostrado que una causa importante del deplorable estado
de cosas reinante es que los padres no se sienten en la obligación
de enseñar a sus hijos a amoldarse a las leyes de la naturaleza. Las
madres aman a sus hijos con un amor idólatra y les permiten satis-
facer su apetito aun cuando saben que ello perjudicará su salud, y
por consiguiente, les acarreará enfermedad y desdicha. Esta bondad
cruel se manifiesta en grado sumo en la presente generación. Los
deseos de los niños se satisfacen a expensas de la salud y de la buena
disposición, por cuanto es más fácil para la madre complacerlos por
el momento, que negarles aquello que motiva su clamor.
De este modo las madres están sembrando la semilla que brotará
y dará fruto. No se enseña a los niños a resistir sus apetitos y restrin-
gir sus deseos, y así llegan a ser egoístas, exigentes, desobedientes,
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ingratos e impíos. Las madres que están haciendo esta obra segarán
con amargura el fruto de la semilla que han sembrado. Han pecado
contra el cielo y contra sus hijos, y Dios las tendrá por responsables.
Si durante las generaciones pasadas se hubiera seguido en cuan-
to a educación un plan completamente distinto, la juventud de esta
generación no sería ahora tan depravada e inútil. Los directores y
maestros de escuela debieran haber sido de aquellos que compren-
dían la fisiología y que tenían interés no sólo en enseñar ciencia a
los jóvenes sino también en instruirlos acerca de cómo conservar
la salud, de manera que pudiesen hacer uso del conocimiento que
obtenían para los fines más nobles. Debieran haberse unido a las
escuelas establecimientos donde se ejecutaran trabajos de diferen-