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Trabajo y educación
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y que mediante precepto y ejemplo enseñen a la gente a cultivar la
tierra para que produzca abundantes riquezas. Se necesitan hombres
que enseñen a otros a arar y a hacer uso de las herramientas propias
de la agricultura. ¿Quiénes van a ser misioneros para llevar a cabo
este trabajo y para enseñar métodos adecuados a los jóvenes como
también a todos los que se sientan dispuestos y lo bastante humildes
para aprender? Si algunos no quieren que se les den ideas mejores,
dense las lecciones silenciosamente, mostrando lo que puede hacerse
con establecer huertos y sembrar granos; que la cosecha hable con
elocuencia en favor de los métodos de trabajo correctos. Dirigid una
palabra a vuestro vecino cuando podáis, perseverad en el cultivo de
vuestro propio terreno y ello educará.
Algunos podrán insistir en que nuestro colegio debe estar en la
ciudad a fin de dar influencia a nuestra obra, y en que, si se halla en
el campo, se pierde la influencia sobre las ciudades; pero éste no es
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necesariamente el caso.
Los jóvenes que asisten por primera vez a nuestro colegio no
están preparados para ejercer una influencia correcta en ninguna
ciudad como luces que resplandezcan en medio de la oscuridad. No
estarán preparados para reflejar la luz hasta que las tinieblas de su
propia educación errónea se disipen. En lo futuro nuestro colegio
no será lo mismo que ha sido en lo pasado. Entre los alumnos, ha
habido hombres de sano juicio y de experiencia que han sacado
provecho de la oportunidad de obtener más conocimiento para hacer
una obra inteligente en la causa de Dios. Estos han sido una ayuda
en el colegio, por cuanto han contribuido a su equilibrio; pero en lo
futuro el colegio estará compuesto mayormente de alumnos cuyo
carácter tiene que ser transformado, y a quienes habrá que dedicar
mucho trabajo paciente; tendrán que desaprender y aprender de
nuevo. Llevará tiempo el desarrollar el verdadero espíritu misionero,
y cuanto más se los aleje de las ciudades y de las tentaciones que las
inundan, tanto más fácil les será adquirir el verdadero conocimiento
y desarrollar caracteres bien equilibrados.
Los agricultores necesitan mucho más inteligencia en su trabajo.
En la mayoría de los casos ellos tienen la culpa si no ven a la tierra
rendir su cosecha. Debieran aprender constantemente cómo obtener
una variedad de riquezas de la tierra. La gente debiera aprender
hasta donde sea posible a depender de los productos que pueda