En auxilio de nuestros colegios
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y Consumador de nuestra fe, sigamos adelante, confiando en que él
nos suministrará fuerza para cumplir con cada obligación.
Mucho esfuerzo afanoso se requerirá de parte de los que tienen
la responsabilidad de esta obra, pues ha de darse debida instrucción
a fin de que pueda mantenerse ante los obreros el sentimiento de
la importancia de la obra y de que todos fomenten el espíritu de
abnegación y sacrificio ejemplificado en la vida de nuestro Redentor.
Cristo hizo sacrificios a cada paso, sacrificios que ninguno de sus
seguidores podrá hacer jamás. En toda la abnegación requerida de
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nosotros en esta obra; en medio de todas las cosas desagradables que
ocurren, tenemos que considerar que estamos uncidos con Cristo
y somos partícipes de su espíritu de bondad, paciencia y renuncia-
miento propio. Este espíritu abrirá el camino delante de nosotros y
nos dará éxito, por cuanto Cristo es nuestra recomendación ante la
gente.
La obra en todos los países
Nuestro pueblo debiera emprender en todos los países la tarea
de aliviar a nuestros colegios. Comiéncenla nuestras iglesias de
Australasia. Nuestro colegio allí necesita ayuda, y si nuestro pueblo
se une para echar mano de la tarea, puede hacer mucho en el sentido
de quitar el peso de la deuda; puede dar aliento al corazón de los que
están trabajando para robustecer esto [el colegio], el instrumento del
Señor; y puede ayudar a extender su influencia de bendición lejos,
hasta los países paganos y las islas del mar.
Confiamos en que nuestra casa editora de Australasia hará arre-
glos liberales en la publicación de
Lecciones Prácticas
. El Señor ha
bendecido grandemente a esa institución, y ella debiera presentarle
una ofrenda de gratitud, haciendo una donación no escasa tendiente
a librar de deudas al colegio. Estamos seguros de que emprenderá la
tarea y hará su parte noblemente. Y esta cooperación con Dios dará
por resultado tan grande bendición para la casa editora de Australasia
como lo fué para nuestras instituciones de América.
Avanzad en esta obra, mis hermanos de Australia. “Es pues la
fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las
cosas que no se ven”.
Hebreos 11:1
. ¿No hemos comprobado esto
en lo pasado? Al avanzar confiando en la promesa de Dios, cosas no