Página 91 - La Educaci

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La necesidad de una reforma educacional
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ha de llevarse a efecto. Mientras navegamos en la corriente del
mundo, no tenemos necesidad de vela ni de remo. Es al tornarnos
decididamente contra la corriente cuando empieza en realidad nues-
tro trabajo. Satanás introducirá toda clase de teorías para pervertir
la verdad. La obra avanzará con dificultad; pues, desde la caída
de Adán el mundo ha tenido por costumbre pecar.—
Joyas de los
Testimonios 2:411
.
Pero Cristo está en el campo de batalla; el Espíritu Santo está
obrando. Instrumentos divinos y humanos están aliados en la obra de
formar de nuevo el carácter en conformidad con el modelo perfecto,
y el hombre tiene que completar lo que Dios comienza. ¿Haremos
como pueblo esta obra impuesta por Dios? ¿Prestaremos atención
cuidadosa a la luz que nos ha sido dada, no perdiendo de vista ni
un momento el propósito único de preparar a los alumnos para el
reino de Dios? Si por la fe avanzamos paso a paso en la debida
dirección, siguiendo al Gran Guía, la luz resplandecerá en nuestro
sendero, y se originarán circunstancias que quiten las dificultades.
La aprobación de Dios proporcionará esperanzas, y ángeles minis-
tradores cooperarán con nosotros, trayendo luz y gracia, valor y
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alegría.—
Testimonies for the Church 6:130
.
Por lo tanto, no se pierda más tiempo en explayarse en las muchas
cosas que no son esenciales y que no mantienen relación alguna
con las necesidades presentes del pueblo de Dios. No se pierda
más tiempo en enaltecer a los hombres que no conocen la verdad,
“porque el tiempo está cerca”.
Apocalipsis 1:3
. No hay ahora tiempo
para llenar la mente con teorías de lo que vulgarmente se llama
“educación superior”. El tiempo consagrado a aquello que no tiende
a amoldar el alma a la semejanza de Cristo, es tiempo perdido para
la eternidad. No podemos permitir esto, por cuanto cada momento
rebosa de intereses eternos. ¿Hemos de permitir ahora, cuando la
gran obra de juzgar a los vivos está por empezar, que ambiciones no
santificadas se posesionen del corazón y nos induzcan a descuidar
la educación requerida para hacer frente a las exigencias de este
tiempo de peligro?—
Joyas de los Testimonios 2:411
.
En cada caso ha de hacerse la importante decisión en cuanto
a si hemos de recibir la marca de la bestia o su imagen, o el sello
del Dios vivo. Y ahora, al hallarnos en las márgenes del mundo
eterno, ¿qué cosa puede ser de tanto valor para nosotros como el ser