Página 97 - La Educaci

Basic HTML Version

La necesidad de una reforma educacional
93
Maestros misioneros
Deben educarse maestros para la obra misionera. Por doquiera
existen oportunidades para el misionero, y no será posible proporcio-
nar obreros procedentes de dos o tres países para responder a todos
los pedidos de ayuda. Aparte de la educación de aquellos que han de
ser enviados como misioneros desde nuestras asociaciones más anti-
guas, deben educarse personas de diferentes partes del mundo para
trabajar por sus compatriotas y vecinos, y hasta donde sea posible,
es mejor y más seguro para ellos obtener su educación en el campo
donde tienen que trabajar. Rara vez resulta mejor para el obrero o
para el progreso de la obra que vaya a tierras lejanas para educarse.
El Señor quiere que se haga toda provisión posible para suplir dichas
necesidades, y si las iglesias reconocen sus responsabilidades sabrán
cómo proceder en cualquier emergencia.
Para suplir la falta de obreros, Dios desea que se establezcan en
diferentes países centros educacionales donde los estudiantes pro-
misorios puedan educarse en los ramos prácticos del conocimiento
y en la verdad bíblica. A medida que estas personas se ocupen en
[98]
el trabajo, irán dando carácter a la obra de la verdad presente en
nuevos campos. Despertarán interés entre los incrédulos y ayudarán
a rescatar almas de la esclavitud del pecado. Los mejores maestros
deberían enviarse a los diversos países donde se han de establecer
escuelas, para realizar la obra educativa.—
Joyas de los Testimonios
2:412-418
.
Existe el peligro de concentrar demasiados medios en un solo
lugar. Escuelas pequeñas, dirigidas según el plan de las escuelas
de los profetas, serían de un beneficio mucho mayor. El dinero que
se ha empleado en ensanchar el colegio de Battle Creek para el
funcionamiento del curso ministerial, hubiera sido mejor emplearlo
en establecer escuelas en distritos rurales de Estados Unidos y en las
regiones lejanas. No se necesitarán más edificios en Battle Creek;
amplios medios han sido provistos ya para la educación de los
estudiantes de ese lugar. No es lo mejor que tantos estudiantes
asistan a ese colegio, pues habría talento y sabiduría para dirigir
solamente una determinada cantidad. El curso ministerial podría
haberse ubicado en edificios ya levantados, y el dinero empleado en