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Principios y métodos aplicables a los negocios
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“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi Casa:
Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, a ver si no os
abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devora-
dor, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo
será estéril [...]. Todas las naciones os dirán bienaventurados, porque
seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos
“Si andáis en mis preceptos y guardáis mis mandamientos, y los
ponéis por obra, yo os enviaré las lluvias a su tiempo, y la tierra y
el árbol del campo darán su fruto. Vuestra trilla alcanzará hasta la
vendimia y la vendimia alcanzará hasta la siembra; comeréis vuestro
pan hasta saciaros y habitaréis seguros en vuestra tierra. Yo daré paz
en la tierra y dormiréis sin que haya quien os espante
“Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, socorred al agravia-
do, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”. “Bienaventurado
el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová. Jehová
lo guardará, le dará vida y será bienaventurado en la tierra. No lo
entregarás a la voluntad de sus enemigos”. “A Jehová presta el que
da al pobre; el bien que ha hecho se lo devolverá
El que invierte de este modo, acumula un doble tesoro. Además
de lo que, aunque lo haya aprovechado sabiamente, deba dejar al fin,
acumula riqueza para la eternidad: el tesoro del carácter, que es la
posesión más valiosa de la tierra y el cielo.
El trato honrado en los negocios
“Conoce Jehová los días de los íntegros y la heredad de ellos
será para siempre. No serán avergonzados en el tiempo de dificultad,
y en los días de hambre serán saciados
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“El que anda en integridad y hace justicia; el que habla verdad
en su corazón [...]. El que aun jurando en perjuicio propio, no por
eso cambia”.
Isaías 33:15-17
. El que camina en justicia y habla lo
recto, el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus
manos para no recibir soborno [...], el que cierra sus ojos para no
ver cosa mala, este habitará en las alturas [...], se le dará su pan y
sus aguas tendrá seguras. Tus ojos verán al Rey en su hermosura,
verán la tierra que está lejos