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La Educación
la música de las voces de la naturaleza y no descubrirá ninguna nota
de llanto ni voz de dolor. En todas las cosas creadas descubrirá
una escritura, en el vasto universo contemplará “el nombre de Dios
escrito en grandes caracteres” y ni en la tierra, ni en el mar, ni en el
cielo quedará señal del mal.
Allí se vivirá la vida edénica, la vida que transcurrirá en el jardín
y el campo. “Edificarán casas y morarán en ellas; plantarán viñas
y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite ni
plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles
serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de
sus manos
No habrá nada que dañe ni destruya “en todo mi santo monte,
dijo Jehová
Allí el hombre recobrará su dignidad real perdida y
los seres inferiores reconocerán su supremacía; los fieros se tornarán
mansos y los tímidos, confiados.
Se ofrecerá al estudiante una historia de alcance infinito y de
riqueza inefable. Aquí, desde la posición ventajosa que le ofrece la
Palabra de Dios, el estudiante logra una perspectiva del vasto campo
de la historia, y puede obtener algún conocimiento de los principios
que rigen el curso de los sucesos humanos. Pero su visión todavía
está empañada y su conocimiento es incompleto. No verá claramente
las cosas hasta que esté a la luz de la eternidad.
Entonces se abrirá ante su vista el desarrollo del gran conflicto
que se originó antes de que empezara el tiempo y que no acabará
hasta que termine. Será evidente la historia del comienzo del pecado;
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de la fatal mentira y su perversa obra; de la verdad que, sin desviarse
de lo recto, ha hecho frente al error y lo ha vencido. Será descorrido
el velo que se interpone entre el mundo visible y el invisible y se
revelarán cosas maravillosas.
Solo cuando se vean a la luz de la eternidad las providencias de
Dios, comprenderemos lo que debemos al cuidado y la intercesión
de sus ángeles. Los seres celestiales han desempeñado una parte
activa en los asuntos de los hombres. Han aparecido con ropas tan
brillantes como relámpago; se han presentado como hombres, bajo
la apariencia de viajeros. Han aceptado la hospitalidad ofrecida por
hogares terrenales; han actuado como guías de viandantes extravia-
dos. Han frustrado el propósito del ladrón y desviado el golpe del
destructor.