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La Educación
ellos una ilustración de la bondad y la benevolencia de Dios, una
ilustración del amor de Cristo.
¡Qué vocación la de estos nobles hebreos! Al despedirse del
hogar de su infancia, difícilmente pudieron haber soñado con el
elevado destino que les esperaba. Su naturaleza fiel y firme se entregó
a la dirección divina para que Dios pudiera cumplir su propósito por
medio de ellos.
Dios desea revelar hoy, por medio de los jóvenes y niños, las
mismas verdades poderosas que reveló mediante estos hombres. Las
historias de José y Daniel son una ilustración de lo que el Señor hará
por los que se entregan a él y se esfuerzan de todo corazón por llevar
a cabo su propósito.
La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se
vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo
más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el
nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al
deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte
de la justicia aunque se desplomen los cielos.
Pero semejante carácter no es el resultado de la casualidad; no
se debe a favores o dones especiales de la Providencia. Un carácter
noble es el resultado de la autodisciplina, de la sujeción de la natu-
raleza baja a la superior, de la entrega del yo al servicio de amor a
Dios y a la humanidad.
Es necesario inculcar en los jóvenes la verdad de que sus dones
no les pertenecen. La fuerza, el tiempo, el intelecto, son tesoros
prestados. Pertenecen a Dios, y todo joven debería decidir darles
el uso más elevado; él es una rama de la cual Dios espera fruto; un
mayordomo cuyo capital tiene que producir dividendos; una luz para
iluminar la oscuridad del mundo.
Todo joven y todo niño tienen una obra que hacer para la honra
de Dios y beneficio de la humanidad.
Eliseo—Fiel en las cosas pequeñas
Los primeros años de la existencia del profeta Eliseo transcurrie-
ron en la quietud de la vida campestre bajo la enseñanza de Dios y la
naturaleza, y la disciplina del trabajo útil. En una época de apostasía
casi universal, la familia de su padre se contaba entre los que no