El tema más excelso, 8 de enero
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios
envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
1
Juan 4:9
.
El plan de la redención por el cual el misericordioso Redentor divino-
humano rescató al hombre de la esclavitud del pecado, está más allá
de la comprensión de los hombres o los ángeles. Es ciertamente un
misterio tan excelente, tan grande, tan sublime, que nunca podemos
esperar comprenderlo plenamente.
No tiene paralelo el sacrificio de Cristo por el hombre caído. Es el
tema más excelso y sagrado en que podamos meditar. Cada corazón
que es iluminado por la gracia de Dios es constreñido a inclinarse con
inexpresable gratitud y adoración delante del Redentor por su infinito
sacrificio.
En su vida, Jesús de Nazaret se diferenció de todos los otros hom-
bres... Es el único verdadero modelo de bondad y perfección. Desde los
comienzos de su ministerio, los hombres comenzaron a comprender más
claramente el carácter de Dios...
En todos los sufrimientos y aflicciones del hombre hay un Ojo de
compasión, un Corazón de amor. “Como el Padre se compadece de los
hijos, se compadece Jehová de los que le temen”.
Salmos 103:13
. Se
prodiga sobre nosotros el más tierno cuidado de Dios. Se compadece de
nosotros en nuestras debilidades y en nuestros dolores. Podemos estar
abatidos, aun desesperados; pueden estar sobre nosotros las densas nubes
de aflicción; pero hay luz más adelante ...—
Manuscrito 132, 1902
.
En las generosas bendiciones que nuestro Padre celestial ha prodi-
gado sobre nosotros podemos discernir innumerables evidencias de un
amor que es infinito, y una tierna compasión que sobrepasa la simpatía
anhelante de una madre por su hijo extraviado. Cuando estudiamos el
carácter divino a la luz de la cruz, vemos misericordia, ternura y perdón
entremezclados con equidad y justicia. Exclamamos en el lenguaje de
Juan: “Mirad, cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados
hijos de Dios”.
1 Juan 3:1
.—
Testimonies for the Church 4:461, 462
.
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