Página 211 - En los Lugares Celestiales (1968)

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El matrimonio, institución sagrada, 14 de julio
El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de
Jehová.
Proverbios 18:22
.
El matrimonio recibió la sanción y bendición de Cristo y debe consi-
derarse como una institución sagrada. La verdadera religión no contra-
rresta los planes del Señor. Dios ordenó que la mujer se uniera al hombre
en santo matrimonio para formar familias coronadas de honra que fueran
símbolos de la familia celestial... El matrimonio, cuando se forma con
pureza y santidad, verdad y justicia, es una de las mayores bendiciones
dadas a la familia humana...
El amor divino que emana de Cristo nunca destruye el amor humano,
sino que lo abarca, refinado y purificado. Por él, el amor humano es
elevado y ennoblecido. El amor humano nunca puede llevar su precioso
fruto hasta que sea unido con la naturaleza divina y ejercitado a crecer
hacia el cielo. Jesús quiere ver matrimonios felices, hogares felices. El
calor de la verdadera amistad y el amor que une los corazones del esposo
y la esposa es un goce anticipado del cielo.
Dios ordenó que haya perfecto amor y armonía entre los que con-
traigan matrimonio. Que el esposo y la esposa se comprometan en la
presencia del universo celestial a amarse el uno al otro como Dios lo
ordenó...
Con una parte del hombre Dios hizo una mujer, a fin de que fuese
ayuda idónea para él, alguien que fuese una con él, que le alegrase, le
alentase y bendijese, mientras que él a su vez fuese su fuerte auxiliador.
Todos los que contraen relaciones matrimoniales con un propósito san-
to—el esposo para obtener los afectos puros del corazón de una mujer, y
ella para suavizar, mejorar y completar el carácter de su esposo—cum-
plen el propósito de Dios para con ellos.—
Manuscrito 16, 1899
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