Un mensaje a los padres, 20 de julio
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y
las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:6, 7
.
Los padres deberían estar unidos en su fe para estar unidos en sus
esfuerzos de educar a sus hijos en la creencia de la verdad. Sobre la
madre descansa en manera especial la tarea de modelar las mentes de
los jóvenes hijos... Las ocupaciones a menudo mantienen al padre fuera
de la casa y no le permiten tener una parte igual en la educación de los
hijos: pero siempre que pueda debería unirse con la madre en esta obra.
Trabajen juntos los padres, inculcando en los corazones de sus hijos los
principios de justicia.—
The Review and Herald, 12 de octubre de 1911
.
Ha habido poca obra definida para preparar a nuestros niños para
las pruebas que deben enfrentar en su contacto con el mundo y sus
influencias. No han sido ayudados como debieran haberlo sido a formar
caracteres lo bastante fuertes como para resistir la tentación y permanecer
firmes por los principios de la justicia en la terrible lucha que está ante
todos los que queden fieles a los mandamientos de Dios y al testimonio
de Jesucristo.
Los padres necesitan entender las tentaciones que deben enfrentar los
jóvenes diariamente, para poder enseñarles cómo vencerlas... Dios quiere
que volvamos nuestros ojos de las vanidades, placeres y ambiciones del
mundo y que los pongamos en la recompensa gloriosa e inmortal de
aquellos que corren con paciencia la carrera que les es propuesta en el
Evangelio. Quiere que eduquemos nuestros hijos para que eviten las
influencias que los apartarían de Cristo. Nuestro Señor viene pronto y
debemos prepararnos para este solemne acontecimiento... Que vuestra
vida diaria en el hogar revele los principios vivientes de la Palabra de
Dios.—
Ibid
.
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