Educando a nuestros niños para Cristo, 22 de julio
Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la
paz de tus hijos.
Isaías 54:13
.
Hay que enseñar a niños y jóvenes que sus facultades les fueron
dadas para la honra y gloria de Dios. Con este fin deben aprender la
lección de obediencia, porque solamente mediante vidas de obediencia
voluntaria pueden dar a Dios el servicio que él pide...
Los padres que realmente aman a Cristo darán testimonio de ello
en un amor por sus hijos que no será complaciente, sino que obrará
sabiamente para su mayor bien. Estos niños han sido comprados por
precio. Cristo sacrificó su vida para poderlos redimir del mal. Los padres
que aprecien el sacrificio que Cristo y el Padre han hecho en favor de la
raza humana colaborarán con ellos empleando toda energía santificada
y toda habilidad en la obra de salvar a sus hijos. En vez de tratarlos
como juguetes, los considerarán como posesión adquirida de Cristo, y les
enseñarán que ellos deben llegar a ser hijos de Dios. En vez de permitirles
dar rienda suelta a su mal genio y deseos egoístas, les enseñarán lecciones
de autodominio.
Al cooperar padres e hijos en tratar de alcanzar el ideal de Dios para
ellos, recibirán fuerza y bendición en sus vidas; gozo y satisfacción llena-
rán los corazones de los padres cuando vean, como fruto de sus labores,
a sus hijos creciendo en el amor de la verdad, tratando de alcanzar la
plenitud del propósito de Dios para ellos.—
The Review and Herald, 5
de octubre de 1911
.
El [Dios] desea ver que, de los hogares de nuestro pueblo, se consti-
tuya una gran compañía de jóvenes que, debido a la piadosa influencia
de sus hogares, hayan entregado su corazón a él, y salgan para rendirle
el máximo servicio de sus vidas. Dirigidos y preparados por las piadosas
instrucciones del hogar, la influencia de los momentos de culto de ma-
ñana y de tarde, el ejemplo consecuente de padres que aman y temen a
Dios, han aprendido a someterse a Dios como su maestro y guía.—
Ibid
.
[213]
215