Página 220 - En los Lugares Celestiales (1968)

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Preparación para la escuela del cielo, 23 de julio
Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras
hijas como esquinas labradas como las de un palacio.
Salmos
144:12
.
No olviden los padres el gran campo misionero que está ante ellos en
el hogar. Cada madre tiene un legado sagrado de Dios en los hijos que le
son confiados. “Toma este hijo, esta hija”, dice Dios, “y críalo para mí.
Dale un carácter labrado como un palacio para que brille en los atrios
del Señor para siempre”.—
The Review and Herald, 23 de noviembre de
1905
.
Sea ésta la decisión de cada miembro de la familia: Seré cristiano,
porque en la escuela de aquí abajo debo formar un carácter que me
asegure la entrada al curso superior, la escuela de arriba...
Haced la vida de hogar lo más parecida posible al cielo. No olviden
los miembros de la familia, al reunirse alrededor del altar familiar, de
orar por los hombres que ocupan cargos de responsabilidad en la obra de
Dios. Los médicos de nuestros sanatorios, los ministros del Evangelio,
los encargados de nuestras editoriales y escuelas necesitan vuestras
oraciones. Son tentados y probados. Al rogar a Dios que los bendiga,
vuestros propios corazones serán subyugados y suavizados por su gracia.
Estamos viviendo en medio de los peligros de los últimos días y debemos
limpiarnos de toda contaminación y ponernos el manto de la justicia de
Cristo.—
The Review and Herald, 28 de enero de 1904
.
Hermano y hermana míos, os insto vivamente a prepararos para la
venida de Cristo en las nubes de los cielos. Echad de vuestros corazones
cada día el amor al mundo. Experimentad lo que significa el compañe-
rismo con Cristo. Preparaos para el juicio, para que cuando Cristo venga
para ser visto de todos los que creen, estéis entre los que lo verán en paz.
Ese día los redimidos brillarán en la gloria del Padre y del Hijo.—
The
Review and Herald, 23 de noviembre de 1905
.
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