Página 225 - En los Lugares Celestiales (1968)

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Un mensaje a los hijos, 28 de julio
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con
promesa.
Efesios 6:1, 2
.
El apóstol amonesta a los hijos a obedecer a sus padres en el Señor,
a ayudarlos y a estarles sujetos. Los que verdaderamente aman a Dios
no lucharán por seguir su propio camino trayendo así infelicidad a sí
mismos y a otros. Lucharán para representar a Cristo en carácter. ¡Cuán
precioso es el pensamiento de que los jóvenes que luchan contra el
pecado, que creen, que esperan y velan por la aparición de Cristo, que se
sujetan a la autoridad de los padres, y que aman al Señor Jesús, estarán
entre aquellos que aman su venida y que lo encontrarán en paz! Estarán
sin mancha o arruga ante el trono de Dios y gozarán para siempre de su
favor. Han formado hermosos caracteres, han cuidado su habla, no han
hablado falsamente, han cuidado sus actos para no cometer nada malo, y
son coronados de vida eterna.—
Manuscrito 67, 1909
.
Es privilegio de los padres llevar consigo a sus hijos a las puertas de
la ciudad de Dios, diciendo: He tratado de enseñar a mis hijos a amar
a Dios, hacer su voluntad y glorificarlo. Para los tales se abrirán las
puertas, y padres e hijos entrarán...
Los miembros de cada familia que entren en la ciudad de Dios habrán
sido fieles obreros en su hogar terrenal, cumpliendo las responsabilidades
que Cristo les asignó. Allí Cristo, el divino Maestro, llevará a su pueblo
al árbol de la vida y les explicará las verdades que en esta vida no podían
entender. En esa vida futura su pueblo alcanzará la más alta educación en
su plenitud. Los que entren en la ciudad de Dios tendrán coronas de oro
en sus cabezas... Echaremos nuestras coronas a los pies de Jesús y vez
tras vez le daremos gloria y alabaremos su nombre santo. Los ángeles
se unirán en los cantos de triunfo. Tocando sus arpas de oro, llenarán el
cielo todo de hermosa música y cantos al Cordero.—
The Review and
Herald, 28 de octubre de 1909
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