La deuda que tenemos, 3 de agosto
¿Cuánto debes a mi amo?
Lucas 16:5
.
“¿Ignoráis ... que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por
precio”.
1 Corintios 6:19, 20
. ¡Qué precio ha sido pagado por nosotros!
Contemplad la cruz y la Víctima levantada sobre ella. Mirad aquellas
manos taladradas por los crueles clavos. Mirad sus pies asegurados por
largos clavos al madero. Cristo cargó nuestros pecados en su propio
cuerpo. Ese sufrimiento, esa agonía es el precio de vuestra redención...
El maravilloso amor de Dios, manifestado en Cristo, es la ciencia y el
canto de todo el universo celestial. ¿No debiera provocar nuestra gratitud
y alabanza? ... Cuando la bendita luz del Sol de Justicia brille dentro
de nuestros corazones y descansemos en paz y con gozo en el Señor,
entonces alabemos al Señor... Alabémosle no de palabras solamente sino
por la consagración a él de todo lo que somos y de todo lo que tenemos.
¿Cuánto debes a mi Amo? No lo puedes calcular. ¿Hay alguna parte
de tu ser que no haya redimido? ¿o algo de tus posesiones que ya no sea
suyo? Cuando lo reclama, ¿egoístamente lo retienes como tuyo? ¿Lo
ocultas y lo usas con otro propósito que el de la salvación de las almas?
Por ese proceder millares de almas se pierden...
Elevando la vista al cielo con súplica, presentaos a vosotros mismos a
Dios como sus siervos, y todo lo que tenéis, como suyo, diciendo: Señor,
de lo tuyo te damos. Considerando la cruz del Calvario, y al Hijo del Dios
infinito crucificado por vosotros, comprendiendo tan incomparable amor,
tan maravilloso despliegue de gracia, sea vuestra fervorosa pregunta:
Señor, ¿qué quieres que yo haga? Él os ha dicho: “Id por todo el mundo
y predicad el Evangelio a toda criatura”.
Marcos 16:15
.
Cuando veáis almas en el reino de Dios salvadas gracias a vuestras
dádivas y vuestro servicio, os regocijaréis de haber tenido el privilegio
de realizar esta obra.—
Manuscrito 139, 1898
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