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Eventos de los Últimos Días
del cuarto mandamiento será el gran punto en discusión, pues en el
mandamiento del sábado el gran Legislador se identifica a sí mismo
como el Creador de los cielos y la tierra.—
Mensajes Selectos 3:448
(1891)
.
“En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo [o sábados]—
dice el Señor—; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras
generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico”.
Éxodo 31:13
. Algunos tratarán de poner obstáculos en el camino
de la observancia del sábado, diciendo: “Vosotros no sabéis cuál es
el día de reposo”; pero parecen entender cuándo llega el domingo
y han manifestado gran celo en formular leyes que obliguen su
observancia.—
The Kress Collection, 148 (1900)
.
El movimiento de la ley dominical en la década de 188
Por muchos años hemos aguardado que se promulgue una ley
dominical en nuestro país, y ahora que el movimiento está ante
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nosotros preguntamos: ¿Qué va a hacer nuestro pueblo al respecto?
[...]. Debiéramos buscar a Dios en forma especial para que su pueblo
reciba ahora gracia y poder. Dios vive, y no creemos que ha llegado
plenamente el tiempo cuando él permita que nuestras libertades sean
restringidas.
El profeta vio “a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos
de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no
soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún
árbol”. Otro ángel, subiendo desde el este, clamó a ellos a gran voz,
diciendo: “No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta
que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”.
Esto señala el trabajo que ahora debemos hacer, a saber, clamar a
Dios para que los ángeles detengan los cuatro vientos hasta que sean
enviados misioneros a todas partes del mundo, y hayan proclamado
la advertencia contra los que desobedecen la ley de Jehová.—
The
Review and Herald, 11 de diciembre de 1888
.
Para tener un marco de fondo útil y citas más extensas de Elena G. de White, ver
Mensajes Selectos 3:434-459
y
Joyas de los Testimonios 2:318-325
.