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Las siete últimas plagas y los impíos
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las praderas del desierto”.
Joel 1:10-12, 17-20
. “Y los cantores del
templo aullarán en aquel día, dice el Señor Jehová; muchos serán los
cuerpos muertos; en todo lugar echados serán en silencio”.
Amós
8:3
.
Estas plagas no serán universales, pues de lo contrario, los habi-
tantes de la tierra serían enteramente destruidos. Sin embargo serán
los azotes más terribles que hayan sufrido jamás los hombres.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 686-687 (1911)
.
La quinta plaga
Multitudes de hombres perversos, profiriendo gritos de triunfo,
burlas e imprecaciones, están a punto de arrojarse sobre su presa,
cuando de pronto densas tinieblas más sombrías que la oscuridad
de la noche caen sobre la tierra. Luego un arco iris, que refleja la
gloria del trono de Dios, se extiende de un lado al otro del cielo,
y parece envolver a todos los grupos en oración. Las multitudes
encolerizadas se sienten contenidas en el acto. Sus gritos de burla
expiran en sus labios. Olvidan el objeto de su ira sanguinaria. Con
terribles presentimientos contemplan el símbolo de la alianza divina,
y ansían ser amparadas de su deslumbradora claridad [...].
Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder para librar
a su pueblo. Sale el sol en todo su esplendor. Sucédense señales
y prodigios con rapidez. Los malos miran la escena con terror y
asombro, mientras los justos contemplan con gozo las señales de su
liberación.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 693-694
(1911)
.
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La ley de Dios aparece en el cielo
Entonces aparece en el cielo una mano que sostiene dos tablas
de piedra puestas una sobre otra. El profeta dice: “Denunciarán los
cielos su justicia; porque Dios es el juez”.
Salmos 50:6
. Esta ley
santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada
desde el Sinaí como guía de la vida, se revela ahora a los hombres
como norma del juicio. La mano abre las tablas en las cuales se ven
los preceptos del Decálogo inscritos como con letras de fuego. Las
palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria se