El regreso de Cristo
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cavernas del mar.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos,
708 (1911)
.
De los profundos océanos, de las minas y montañas
Cuando Cristo venga para reunir consigo a los que han sido
fieles, resonará la última trompeta y toda la tierra la oirá, desde las
cumbres de las más altas montañas hasta las más bajas depresiones
de las minas más profundas. Los muertos justos oirán el sonido de
la última trompeta, y saldrán de sus tumbas para ser revestidos de
inmortalidad y para encontrarse con su Señor.—
Comentario Bíblico
Adventista 7:921 (1904)
.
Me explayo con placer en la resurrección de los justos, quienes
saldrán de todas partes de la tierra, de las cavernas rocosas, de los
calabozos, de las cuevas de la tierra, de la profundidad de las aguas.
Nadie es pasado por alto. Todos oirán su voz. Se levantarán con
triunfo y victoria.—
Carta 113, 1886
.
[235]
¡Qué escena presentarán estas montañas y cerros [en Suiza]
cuando Cristo, el Dador de la vida, llame a los muertos! Vendrán de
las cavernas, de los calabozos, de los pozos profundos, donde sus
cuerpos han sido enterrados.—
Carta 97, 1886
.
Los impíos son muertos
En la loca lucha de sus propias desenfrenadas pasiones y debido
al terrible derramamiento de la ira de Dios sin mezcla de piedad,
caen los impíos habitantes de la tierra: sacerdotes, gobernantes y
el pueblo en general, ricos y pobres, grandes y pequeños. “Y los
muertos por Jehová en aquel día estarán tendidos de cabo a cabo de
la tierra; no serán llorados, ni recogidos, ni enterrados”.
Jeremías
25:33 (VM)
.
A la venida de Cristo los impíos serán borrados de la superficie
de la tierra, consumidos por el espíritu de su boca y destruidos por
el resplandor de su gloria. Cristo lleva a su pueblo a la ciudad de
Dios, y la tierra queda privada de sus habitantes.—
Seguridad y Paz
en el Conflicto de los Siglos, 715 (1911)
.
Para el pecado, dondequiera que se encuentre, “nuestro Dios es
fuego consumido”.
Hebreos 12:29
. En todos los que se sometan