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              Eventos de los Últimos Días
            
            
              En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han
            
            
              sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz.
            
            
              A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación
            
            
              a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos
            
            
              una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido
            
            
              confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer
            
            
              ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada
            
            
              debe desviar nuestra atención de ella.—
            
            
              Joyas de los Testimonios
            
            
              3:288 (1909)
            
            
              .
            
            
              Razones de la organización de la Iglesia Adventista del
            
            
              Séptimo Día
            
            
              A medida que nuestros miembros fueron aumentando, resultó
            
            
              evidente que sin alguna forma de organización habría gran confusión,
            
            
              y la obra no se realizaría con éxito. La organización era indispensable
            
            
              para proporcionar sostén al ministerio, para dirigir la obra en nuevos
            
            
              territorios, para proteger tanto a las iglesias como a los ministros de
            
            
              los miembros indignos, para retener las propiedades de la iglesia,
            
            
              [44]
            
            
              para la publicación de la verdad por medio de la prensa, y para
            
            
              muchos otros objetos [...].
            
            
              Nos fue dada luz por su Espíritu en el sentido de que debía haber
            
            
              orden y disciplina cabal en la iglesia: la organización era esencial.
            
            
              El sistema y el orden se manifiestan en todas la obras de Dios y a
            
            
              través del universo. El orden es la ley del cielo, y debe ser la ley
            
            
              del pueblo de Dios en la tierra.—
            
            
              Testimonios para los Ministros, 26
            
            
              (1902)
            
            
              .
            
            
              La organización siempre será esencial
            
            
              A menos que las iglesias estén organizadas de tal manera que
            
            
              puedan establecer e imponer el orden, no tienen ninguna esperan-
            
            
              za que abrigar para el futuro.—
            
            
              Testimonies for the Church 1:270
            
            
              (1862)
            
            
              .
            
            
              ¡Oh, cómo se regocijaría Satanás si lograse tener éxito en sus
            
            
              esfuerzos para penetrar entre este pueblo y desorganizar la obra en
            
            
              un tiempo en que la organización esmerada es esencial y constituirá
            
            
              el mayor poder para evitarlos movimientos espurios, y refutar los