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El regreso de Cristo
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La reacción de los que lo traspasaron
Aquellos que jugaron el papel más prominente en el rechazo y
la crucifixión de Cristo, resucitan para verlo como él es, y los que
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rechazaron a Cristo se levantan y ven a los santos glorificados; es en
ese momento cuando los santos son transformados en un instante,
en un abrir y cerrar de ojos, y son arrebatados para encontrar a su
Señor en el aire. Aquellos que le colocaron el manto púrpura y
pusieron sobre sus sienes la corona de espinas, y los que traspasaron
con clavos sus manos y sus pies, lo contemplan y se lamentan.—
Manuscript Releases 9:252 (1886)
.
Recuerdan cómo fue menospreciado su amor y se abusó de
su compasión. Piensan en cómo Barrabás, un asesino y ladrón,
fue escogido en su lugar; cómo Jesús fue coronado con espinas,
flagelado y crucificado; cómo, en las horas de su agonía en la cruz,
los sacerdotes y gobernantes se burlaban de él, diciendo: “A otros
salvó, a sí mismo no se puede salvar... Descienda ahora de la cruz
para que veamos y creamos”. Todos los insultos y afrentas dirigidos
contra Cristo, todo el sufrimiento causado a sus discípulos, estarán
tan frescos en su memoria como cuando los actos satánicos fueron
llevados a cabo.
La voz que oyeron tan a menudo para suplicar y persuadir, sonará
nuevamente en sus oídos. Cada tono de bondadoso ruego vibrará
tan claramente en sus oídos como cuando el Salvador hablaba en
las sinagogas y en la calle. Entonces aquellos que lo traspasaron
clamarán a las rocas y a las montañas que caigan sobre ellos y los
oculten del rostro de Aquel que está sentado en el trono y de la ira
del Cordero.—
Carta 131, 1900
.
“¡despertaos, los que dormís, y levantaos!”
Las nubes comienzan a plegarse como un rollo y allí está la señal
brillante y clara del Hijo del hombre. Los hijos de Dios saben lo que
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esa nube significa. Se oye el sonido de música, y cuando se acerca,
se abren las tumbas y los muertos son levantados.—
Manuscript
Releases 9:251-252 (1886)
.
“No os maravilléis de esto: porque vendrá hora cuando todos
los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron