Página 35 - Eventos de los

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Señales del pronto regreso de Cristo
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¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones,
así como de la destrucción producida por incendios e inundacio-
nes, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas
calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorgani-
zadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del
dominio humano; pero en todas ellas puede leerse el propósito de
Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él
procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que
corren.—
La Historia de Profetas y Reyes, 207 (1914)
.
Los eventos venideros están en las manos del señor
El mundo no está sin gobernante. El programa de los aconte-
cimientos venideros está en las manos del Señor. La Majestad del
cielo tiene a su cargo el destino de las naciones, como también lo
que concierne a su iglesia.—
Joyas de los Testimonios 2:352 (1889)
.
Estas representaciones simbólicas [las serpientes ardientes en el
desierto] cumplen un doble propósito. De ellas el pueblo de Dios
aprende no sólo que las fuerzas físicas de la tierra están bajo el
control del Creador, sino que también lo están los movimientos
religiosos de las naciones. Esto es especialmente cierto con respecto
a la imposición de la observancia del domingo.—
Manuscript Release
19:281 (1902)
.
En la gran obra final, nos encontraremos con perplejidades con
las cuales no sabremos cómo tratar, pero no olvidemos que los tres
grandes poderes del cielo están trabajando, que una mano divina está
sobre el timón y que Dios hará que se realicen sus propósitos.—
El
[30]
Evangelismo, 52 (1902)
.
Así como la complicada semejanza de ruedas estaba bajo la di-
rección de la mano que había debajo de las alas de los querubines, el
complicado desarrollo de los sucesos humanos está bajo el gobierno
divino. En medio de la lucha y el tumulto de las naciones, Aquel
que se sienta por encima de los querubines, dirige aún los asuntos
terrenales
La Educación, 173-174 (1903)
.
En los anales de la historia humana, el desarrollo de las nacio-
nes, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de
la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los
Ver
Ezequiel 1:4, 26; 10:8
;
Daniel 4:17, 25, 32
.