Página 119 - El Evangelismo (1994)

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El esfuerzo público
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trabajar. No es por avisos alarmantes y costosa ostentación como ha
de llevarse a cabo su obra, sino usando métodos semejantes a los
de Cristo. “No con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu ha
dicho Jehová de los ejércitos”. Es la verdad desnuda la que, como
espada aguda de dos filos que corta de ambos lados, ha de despertar
a la vida espiritual a los que están muertos en delitos y pecados.
Los hombres reconocerán el Evangelio cuando les sea presentado
de una manera que armonice con el propósito de Dios.—
Obreros
Evangélicos, 397 (1915)
.
Métodos juiciosos
—Hay personas que están dispuestas a uti-
lizar recursos singulares, con ayuda de los cuales puedan alarmar
a la gente, despertar sus temores y comenzar una obra extraña que
echará a perder la buena obra que ya se había comenzado...
Los que manejan las grandes y ennoblecedoras verdades de
la Palabra, siempre deben manifestar un espíritu profundo, serio,
fervoroso pero sereno, y deben estar llenos de sentido común a fin de
cerrar la boca de los contradictores. No deben estimular la formación
de una ola de fanatismo que echaría a perder la obra comenzada
acertadamente y llevada a cabo con la Palabra de Dios en las manos...
Los que están ocupados en la obra en Nueva York no deben
suponer que es necesario introducir algo insólito en sus labores como
evidencia del carácter sobrenatural de la obra, y a fin de colocarle
un sello que diga que es de Dios. Su obra consiste en hablar a
la gente con fe sencilla y confiada, pidiendo consejo a Dios, no
siguiendo sus propias ideas ni confiando en la producción de cosas
caprichosas para estimular los sentidos de los que están muertos
en sus transgresiones y pecados. La verdad que se encuentra en la
Palabra de Dios es capaz de causar impresiones como las que el gran
Maestro desea que ejerza sobre el intelecto.—
Carta 17, 1902
.
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No se rebaje la verdad
—Nunca rebajéis la verdad a fin de ob-
tener conversos, sino procurad elevar a los pecadores y corrompidos
hacia la norma superior de la ley de Dios.—
Manuscrito 7, 1900
.
Evítense los despliegues teatrales
—Tengo un mensaje para los
que están a cargo de la obra. No instéis a los hombres que se ocupan
de esta obra a pensar que deben proclamar el mensaje solemne y
sagrado con un estilo teatral. No hay que poner en nuestra obra ni la
mínima partícula de nada que sea extravagante. La causa de Dios
debe tener un molde sagrado y celestial. Lleve la impronta divina