Página 120 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
todo lo que se relaciona con la predicación del mensaje para este
tiempo. No se permita nada de naturaleza extravagante, porque esto
echaría a perder la santidad de la obra.
Se me ha dicho que encontraremos toda clase de experiencias
y que los hombres procurarán introducir prácticas extrañas en la
obra de Dios. Hemos encontrado estas cosas en muchos lugares.
Desde el comienzo de mis actividades en la iglesia se me dijo que
había que desanimar y prohibir toda clase de actuaciones teatrales
en relación con la proclamación de la verdad presente. Personas
que pensaban que tenían una obra maravillosa que debían llevar a
cabo procuraban adoptar un comportamiento extraño y manifestaban
actitudes corporales raras. Se me dio esta instrucción: “No aprobéis
nada de esto”. Las actuaciones con visos teatrales o extravagantes
no deben tener lugar en la proclamación del mensaje solemne que
nos ha sido confiado.
El enemigo vigilará estrechamente y aprovechará toda ventaja
o circunstancia para rebajar la verdad mediante la introducción de
actuaciones indignas. No hay que estimular ninguna de estas ac-
tividades. Las verdades preciosas que se nos han dado deben ser
proclamadas con toda solemnidad y con sagrado temor reverente.—
Manuscrito 19, 1910
.
Peligro de las enseñanzas sensacionales
—Podéis tener la segu-
ridad de que la religión pura y sin contaminación no es una religión
sensacional. Dios no ha impuesto a nadie la responsabilidad de
estimular una apetencia por la estimulación de doctrinas y teorías es-
peculativas. Hermanos míos, mantened estas cosas fuera de vuestra
enseñanza.—
Australasian Union Conference Record, 15 de marzo
de 1904
.
Hay que evitar el fanatismo
—No debemos estimular un espíri-
tu de entusiasmo que produzca fervor por un tiempo, pero que luego
se enfríe dando lugar al desánimo y la depresión. Necesitamos el
pan de vida que procede del cielo para vivificar el alma. Estudiad
la Palabra de Dios. No seáis controlados por los sentimientos. To-
dos los que trabajan en la viña del Señor deben aprender que los
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sentimientos no son fe. No es necesario estar siempre en un estado
de exaltación. Pero sí se requiere que tengamos una fe firme en la
Palabra de Dios como la carne y la sangre de Cristo.