Página 133 - El Evangelismo (1994)

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El esfuerzo público
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Cuando contestáis una pregunta, estad seguros de que los oyentes
ven y reconocen que ha sido contestada. No permitáis que una
pregunta se escape, diciéndoles que la hagan de nuevo. Avanzad
paso a paso, y sabed cuánto habéis ganado.
En tales reuniones, los que comprenden el mensaje pueden hacer
preguntas que arrojen luz sobre puntos determinados de la verdad.
Pero algunos pueden no tener sabiduría para hacer esto. Cuando
alguien formula preguntas que sirven solamente para confundir la
mente y sembrar las semillas de la duda, debe aconsejársele que se
abstenga de preguntar de esa manera. Debemos aprender cuándo
hablar y cuándo guardar silencio, aprender a sembrar la simiente
de la fe, a impartir luz y no tinieblas.—
Testimonies for the Church
6:68, 69 (1900)
.
Conducid a la gente por medio de preguntas
—Después de
un corto discurso, manteneos descansados, para que podáis dar un
estudio bíblico sobre los puntos presentados conduciendo a la gente
por medio de preguntas. Id directamente a los corazones de vuestros
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oyentes, instándolos a presentaros sus dificultades, para que podáis
explicarles los versículos que ellos no comprenden.—
Carta 8, 1895
.
Un punto que debe cuidarse muy bien
—Cuandoquiera que el
Señor tiene una obra especial que debe realizarse entre su pueblo,
cuando él quiere estimular sus mentes para que contemplen ver-
dades vitales, Satanás trabaja para apartar la mente introduciendo
cuestiones menores que causan diferencias, a fin de crear dificultad
concerniente a doctrinas que no son esenciales para la comprensión
del punto bajo análisis, y en esta forma produce desunión y distrae la
atención del punto esencial. Cuando esto ocurre, el Señor trabaja im-
presionando los corazones con lo que es necesario para la salvación
personal. Por eso, cuando Satanás logra apartar la mente para fijarla
en asuntos sin importancia, y cuando consigue que la gente se divida
en puntos de importancia secundaria, de manera que sus corazones
se endurezcan contra la luz y la verdad, se complace con su triunfo
maligno.—
The Review and Herald, 18 de octubre de 1892
.
Despertar el espíritu combativo significa extinguir la convic-
ción
—Satanás está constantemente trabajando para distraer la mente
con las cosas terrenales, para que la verdad pierda su fuerza sobre el
corazón; y entonces no haya progreso hacia una luz y conocimiento
mayores. A menos que los seguidores de Cristo sean estimulados