Página 195 - El Evangelismo (1994)

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La predicación de las verdades distintivas
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Intimamente relacionados
—Si tenemos el espíritu y el poder
del mensaje del tercer ángel, debemos presentar juntos la ley y el
Evangelio, porque van juntos.—
Obreros Evangélicos, 169 (1915)
.
Reforzad el mensaje con publicaciones
—Vivimos en unos
días que constituyen un tiempo que exige una constante vigilan-
cia, un tiempo en el que el pueblo de Dios debería estar despierto y
llevando a cabo la gran obra de presentar la luz acerca del sábado...
Esta postrera advertencia a los habitantes de la tierra debe hacer que
los hombres vean la importancia que Dios atribuye a su santa ley.
Hay que presentar la verdad con tanta claridad que ningún trans-
gresor que la escuche deje de advertir la importancia que tiene la
obediencia del mandamiento del sábado...
Hay una obra que todos deben hacer a fin de que las sencillas
verdades de la Palabra de Dios sean conocidas. Las palabras de las
Escrituras deberían imprimirse y publicarse tal como aparecen en la
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Biblia. Sería muy conveniente si se publicaran tal como aparecen
en la Biblia el
capítulo 19
de Éxodo y la mayor parte del
capítulo
20
, y los
versículos 12 a 18
del
capítulo 31
. Colocad estas verdades
en libritos y folletos y dejad que la Palabra de Dios hable a la gente.
Cuando se predique un sermón de importancia especial acerca de
la ley imprimidlo si tenéis los medios para hacerlo. Luego, cuando
os enfrenten los defensores de las leyes dominicales, poned esos
folletos en sus manos. Decidles que no tenéis nada que discutir
acerca del asunto del domingo, porque tenéis un claro “Así dice
Jehová” que respalda vuestra observancia del séptimo día.—
The
Review and Herald, 26 de marzo de 1908
.
Haced prominente la señal distintiva
—Hemos de manifestar
al mundo los puros, nobles y santos principios que han de distinguir
del mundo al pueblo de Dios. En lugar de que el pueblo de Dios
llegue a distinguirse cada vez menos definidamente de los que no
guardan el sábado, han de hacer la observancia del sábado tan promi-
nente que el mundo no pueda dejar de reconocer que son adventistas
del séptimo día.—
Manuscrito 162, 1903
.
Llamados a exponer al hombre de pecado
—En el tiempo mis-
mo en que vivimos, el Señor ha llamado a su pueblo y le ha dado
un mensaje para presentar. Lo ha llamado a exponer la maldad del
hombre de pecado, que ha hecho de la ley del domingo un poder dis-
tintivo, que ha pensado cambiar los tiempos y la ley, y ha oprimido