Página 22 - El Evangelismo (1994)

Basic HTML Version

18
El Evangelismo
tro mensaje. Celebrad vuestras reuniones de reavivamient
en las
ciudades donde no se ha proclamado la verdad. Algunos asistirán a
esas reuniones y recibirán el mensaje.—
Carta 87, 1896
.
Los nuevos lugares son los mejores
—Los lugares donde la ver-
dad no ha sido proclamada son los mejores para trabajar. La verdad
se posesionará de la voluntad de quienes no la habían escuchado
hasta entonces. Ellos comprenderán la pecaminosidad del pecado y
su arrepentimiento será completo y sincero. El Señor obrará en los
corazones a los que no se han realizado llamamientos con frecuen-
cia, corazones que hasta entonces no habían visto la enormidad del
pecado.—
Carta 106, 1903
.
Si la verdad hubiera sido predicada vigorosamente
—Se me
presentó en un cuadro panorámico ciudad tras ciudad necesitadas de
trabajo evangélico. Si se hubiera realizado un esfuerzo diligente en
la obra de dar a conocer la verdad para este tiempo a las ciudades
que todavía no fueron amonestadas, no serían tan impenitentes como
lo son. Por la luz que me ha sido dada, sé que podríamos tener hoy
millares más regocijándose en la verdad, si la obra hubiera sido
propulsada, como lo demandaba la situación, en muchos ramos de
actividad agresiva.—
Carta 94a, 1909
.
Se necesitan obreros evangélicos
La cosecha es abundante
—El solemne y sagrado mensaje de
amonestación debe proclamarse en los campos más difíciles y en
las ciudades más pecaminosas, en todo lugar donde no haya brillado
[20]
todavía la luz del gran triple mensaje. Cada uno ha de oír la última
invitación a la cena de bodas del Cordero... Países largo tiempo
cerrados a la predicación del Evangelio están abriendo sus puertas,
y ruegan que se les explique la Palabra de Dios. Reyes y príncipes
abren sus puertas por mucho tiempo cerradas, e invitan a los heraldos
de la cruz a entrar. La mies es por cierto mucha. Sólo la eternidad
Las reuniones de reavivamiento adventista de los primeros tiempos, llamadas “camp
meetings”, eran poderosos instrumentos evangelizadores que atraían una numerosa concu-
rrencia de no adventistas que escuchaban con toda atención. En las menciones frecuentes
de las reuniones de reavivamiento que aparecen en este volumen, el contexto indica clara-
mente que se trata de reuniones celebradas en carpas, que tenían enormes posibilidades
para la acción del evangelismo. Véase
en las, 64-66
la descripción de tales reuniones.