Página 229 - El Evangelismo (1994)

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La predicación de las verdades distintivas
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corazón, se ofrecían sinceras oraciones pidiendo que Dios revelase
los pecados ocultos; se hacían confesiones de engaños en los nego-
cios, de palabras ofensivas pronunciadas con apresuramiento y de
pecados acariciados. El Señor se acercaba a nosotros, y recibíamos
mucho poder y ánimo.—
Manuscrito 102, 1904
.
El propósito del rito del lavamiento de los pies
—La reconci-
liación mutua de los hermanos es la obra para la cual se estableció
el rito del lavamiento de los pies. Por el ejemplo de nuestro Señor y
Maestro, esta ceremonia humillante ha sido convertida en una orde-
nanza sagrada. Cuandoquiera que se celebre, Cristo está presente por
medio de su Santo Espíritu. Es este Espíritu el que trae convicción a
los corazones.
Al celebrar Jesús este rito con sus discípulos, la convicción se
apoderó de todos, menos de Judas. Así también nos poseerá la con-
vicción mientras Cristo hable a nuestros corazones. Las fuentes
del alma serán depuradas. La mente será vigorizada y, surgiendo a
la actividad y la vida, quebrantará toda barrera que haya causado
desunión y descarrío. Los pecados que han sido cometidos aparece-
rán con mayor distinción que nunca antes; pues el Espíritu Santo los
traerá a nuestro recuerdo. Las palabras de Cristo: “Si sabéis estas
cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis”, se verán revestidas
de nuevo poder.—
The Review and Herald, 4 de noviembre de 1902
.
La prueba del corazón
—Este rito del lavamiento de los pies
fue convertido en un servicio religioso... Se lo transformó en algo
para probar y verificar la lealtad de los hijos de Dios. Cuando el Israel
moderno observa la ceremonia sacramental, ésta debería preceder a
la participación en los emblemas de la muerte del Señor.
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Esta ordenanza fue dada para beneficio de los discípulos de
Cristo. Y Cristo quiso decir todo lo que dijo, cuando sus labios
pronunciaron las palabras: “Ejemplo os he dado, para que como
yo os he hecho, vosotros también hagáis... Si sabéis estas cosas,
bienaventurados seréis, si las hiciereis”. El se propuso con esto
probar el verdadero estado del corazón y de la mente de los que
participaron en ella.—
Manuscrito 8, 1897
.
Para todo tiempo y país
—En lugar de la festividad nacional
que el pueblo judío había observado, él instituyó un servicio con-
memorativo, el rito del lavamiento de los pies y la cena sacramental
para ser observado a través de todos los tiempos por sus seguidores