Página 230 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
en todos los países. Estos debían repetir siempre el acto de Cristo, a
fin de que todos vieran que el verdadero servicio exige un ministerio
abnegado.—
The Signs of the Times, 16 de mayo de 1900
.
Debe recordarse con frecuencia
—En esta última acción de
Cristo en la que compartió con sus discípulos el pan y el vino, se dio
en prenda a ellos como su Redentor mediante un nuevo pacto, en el
que estaba escrito y sellado que sobre todos los que reciben a Cristo
por la fe se derramarán todas las bendiciones que el cielo pueda
proporcionar, tanto en esta vida como en la vida inmortal futura.
Este pacto debería ser ratificado por la propia sangre de Cristo.
Las ofrendas y los sacrificios de la antigüedad habían manteni-
do constantemente este hecho en la memoria del pueblo escogido.
Cristo estableció que su cena se conmemorara con frecuencia para
hacernos recordar su sacrificio, en el que dio su vida por la redención
de los pecados de todos los que creyesen en él y lo recibiesen. Este
rito no debe excluir a nadie, aunque algunos piensen lo contrario.
Todos pueden participar en él, y decir públicamente: “Acepto a Cris-
to como mi Salvador personal. El dio su vida por mí para que yo
fuese rescatado de la muerte”.—
The Review and Herald, 22 de junio
de 1897
.
Un incidente: Se trató fielmente con un pastor interesado
El sábado por la mañana, cuando la iglesia de ----- celebró la Santa
Cena, el hermano ----- estaba presente. Fue invitado a participar en
el rito del lavamiento de los pies, pero dijo que prefería observarlo.
Preguntó si la participación en este rito era indispensable para poder
tomar parte en el servicio de la comunión, y nuestros hermanos le
aseguraron que no era obligatorio, y que sería bienvenido a la mesa
del Señor. Ese sábado resultó un día precioso para su alma; dijo que
nunca había tenido un día más feliz en su vida.
Después deseó venir a visitarme, y tuvimos una entrevista agra-
dable. Su conversación fue muy interesante y pasamos preciosos
momentos orando juntos. Creo que él es un siervo de Dios. Le di mis
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libros
El Conflicto de los Siglos, Patriarcas y Profetas, y El Camino
a Cristo.
Pareció estar muy satisfecho; dijo que deseaba tener toda
la luz que pudiera recibir a fin de hacer frente a los opositores de
nuestra fe. Fue bautizado antes de partir para su casa, y regresará
para presentar la verdad a su propia congregación.—
Manuscrito 4,
1893
.