Página 245 - El Evangelismo (1994)

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Afirmemos el interés
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dependen de cómo se dedican al trabajo. Hay fruta aquí; ya veis que
yo he encontrado. Algunos de Uds. han estado revisando en vano
los matorrales bajos; otros han encontrado unas pocas fresas; pero
no tomaron en cuenta los matorrales altos, simplemente porque no
esperaban
encontrar fruta en ellos. Ya ven que la fruta que yo he
recogido es grande y está madura. Antes de mucho madurarán otras
fresas y podremos recorrer de nuevo los matorrales. Así es como se
me enseñó a juntar fruta. Si Uds. hubieran buscado cerca del carro,
habrían encontrado fruta tan fácilmente como yo...
El Señor puso estos fructíferos matorrales en medio de estos
lugares muy poblados, y espera que Uds. los encuentren. Pero Uds.
estuvieron demasiado ocupados en comer y en divertirse. No vinie-
ron al campo con una ardiente resolución de encontrar fruta...
Si trabajan de la debida manera, enseñarán a los obreros más
jóvenes que las cosas como el comer y recrearse son de menor
importancia. Ha costado duro trabajo traer el carro de provisiones
hasta el terreno, pero Uds. pensaron más en las provisiones que en la
fruta que debían llevar a casa como resultado de sus labores. Deben
ser diligentes, recoger primero la fruta que está más cerca, y luego
buscar la que está más lejos; después pueden volver a trabajar de
nuevo cerca, y así tendrán éxito.—
Obreros Evangélicos, 142, 145,
146 (1886)
.
Luchad a brazo partido con Dios por las almas
—Si tenemos
el interés que tuvo Juan Knox cuando rogaba ante Dios por Esco-
cia, tendremos éxito. El clamaba: “¡Dame a Escocia, oh Señor, o
perezco!” Y cuando nos hacemos cargo de la obra y luchamos a
brazo partido con Dios, diciendo: “Debo tener almas; nunca aban-
donaré la lucha”, hallaremos que Dios mirará con favor nuestros
esfuerzos.—
Manuscrito 14, 1887
.
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No forcéis los resultados
—Cuando un interés está por concre-
tarse, sed cuidadosos de no querer madurarlo demasiado repentina-
mente, mas mantened la confianza de la gente, si es posible, para que
las almas que están en el valle de la decisión encuentren la senda
verdadera, el camino y la vida.—
Carta 7, 1885
.