Página 260 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
los que busquen sinceramente la gracia de Cristo, escucharán las
preciosas palabras de instrucción inspiradas por Dios. Aun el modo
de ataviarnos expresará la verdad del Evangelio.
Todos los que estudian la vida de Cristo y practican sus ense-
ñanzas, vendrán a ser como Cristo. Su influencia será como la de él.
Revelarán sanidad de carácter. Mientras andan en la humilde senda
de la obediencia, haciendo la voluntad de Dios, ejercen una influen-
cia que se hace sentir en favor del progreso de la causa de Dios y la
sana pureza de su obra. En estas almas cabalmente convertidas, el
mundo debe ver un testimonio del poder santificador de la verdad
sobre el carácter humano.
El conocimiento de Dios y de Jesucristo, expresado en el carácter,
los exalta sobre todo lo que se estima en la tierra o en el cielo. Es la
educación más elevada que haya. Es la llave que abre los portales de
la ciudad celestial. Es propósito de Dios que todos los que se visten
de Cristo por el bautismo posean este conocimiento. Y los siervos
de Dios tienen el deber de presentar a estas almas el privilegio de su
alta vocación en Cristo Jesús.—
Joyas de los Testimonios 2:393, 394
(1900)
.
Juzgad por los frutos de la vida
—Hay una cosa que no tene-
mos derecho a hacer, y ésta es juzgar el corazón de otro hombre o
[231]
impugnar sus motivos. Pero cuando una persona se presenta como
candidato para ser miembro de la iglesia, hemos de examinar el fruto
de su vida, y dejar la responsabilidad de sus motivos con él mismo.
Mas debe ejercerse gran cuidado en aceptar miembros en la iglesia;
pues Satanás tiene sus artimañas especiosas por medio de las cuales
se propone atestar la iglesia de falsos hermanos por cuyo medio
pueda obrar con mayor éxito para debilitar la causa de Dios.—
The
Review and Herald, 10 de enero de 1893
.
La administración del rito
—Cuandoquiera que sea posible,
adminístrese el bautismo en un lago claro o arroyo de agua corriente.
Y désele a la ocasión toda la importancia y solemnidad que se le
pueda impartir. Los ángeles de Dios están siempre presentes en un
servicio tal.
El que administra el rito del bautismo debe tratar de que esta
ocasión ejerza una influencia solemne y sagrada sobre todos los
espectadores. Cada rito de la iglesia debe ser dirigido de manera que
su influencia sea elevadora. Nada debe hacerse en forma común o