Página 301 - El Evangelismo (1994)

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La confirmación y retención de los nuevos conversos
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por texto, e investigando para encontrar las poderosas evidencias
que sostienen las doctrinas fundamentales que nos han guiado hasta
donde estamos, sobre la plataforma de la verdad eterna.
Mi alma se entristece mucho al ver cuán rápidamente algunos
que han tenido la luz y la verdad aceptan los engaños de Satanás y
son hechizados por una santidad espuria. Cuando los hombres se
apartan de los hitos que el Señor ha establecido para que podamos
comprender nuestra posición, tal como está señalada en la profecía,
marchan con rumbo desconocido.—
Manuscrito 148
.
Errores enseñados en forma atractiva
—A nuestro alrededor
abundan las doctrinas espurias, la falsa piedad, y la fe apócrifa.
Vendrán maestros vestidos como ángeles de luz, y si es posible
engañarán a los mismos escogidos. Los jóvenes necesitan aprender
todo lo que puedan acerca de la verdad si no quieren ser engañados
por la cadena de falsedad que Satanás forjará. Necesitan vivir a la
luz de la justicia de Cristo. Necesitan estar arraigados y fundados en
la verdad a fin de impartir a otros la luz que reciban.—
The Youth’s
Instructor, 22 de abril de 1897
.
Los peligros de una religión que produce excitación
—No hay
seguridad, y nada de beneficio, en que nuestros miembros asistan a
esas populares reuniones celebradas por el pueblo de la santidad
;
investiguemos en cambio las Sagradas Escrituras con más cuidado
y con oración ferviente a fin de comprender cuáles son los funda-
mentos de nuestra fe. En esta forma no nos sentiremos tentados a
mezclarnos con quienes se oponen a la ley de Dios mientras hablan
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de elevadas pretensiones.
No debemos tener una religión basada en los sentimientos y que
no esté arraigada en la verdad. Hay que instruir a la gente sólida-
mente en lo que concierne a las razones que respaldan nuestra fe.
Hay que educarla en forma mucho más amplia de lo que ha sido con
respecto a las doctrinas de la Biblia, y especialmente en lo que atañe
a las lecciones prácticas que Jesús dio a sus discípulos. Los creyentes
El llamado “pueblo de la santidad” enseñaba en los días de la Sra. de White que la
salvación se obtenía únicamente creyendo, y sostenía que la ley carecía de importancia.
Aquí la sierva del Señor alude a las reuniones celebradas por los miembros de ese
grupo que se jactaban de su santificación y perfección, recibidas según ellos del Espíritu
Santo, y que sostenían que estaban liberados de la obligación de obedecer los Diez
Mandamientos.—
Nota del traductor.