Página 305 - El Evangelismo (1994)

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La confirmación y retención de los nuevos conversos
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y perversa. No podía estar en paz con el mundo a menos que dejara
a los hombres sin amonestar, sin reprobar, y esto no habría estado
de acuerdo con el plan de salvación.—
Carta 12, 1890
.
Tratemos los errores de la manera en que Dios quiere
—Dios
no está conforme con la obra perezosa hecha en las iglesias. Es-
pera que sus mayordomos sean fieles en reprobar y corregir. Han
de expulsar el error de acuerdo con la norma que Dios ha dado en
su Palabra, y no de acuerdo con sus propias ideas e impulsos. No
deben usarse medios ásperos ni hacerse una obra injusta, precipitada
e impulsiva. Los esfuerzos hechos para limpiar la iglesia de la conta-
minación moral, deben efectuarse de la manera en que Dios quiere.
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No debe haber parcialidad ni hipocresía. No debe haber favoritos
cuyos pecados se consideren menos pecaminosos que los de los de-
más. ¡Oh, cuánto necesitamos todos el bautismo del Espíritu Santo!
Debemos trabajar siempre, además, con el espíritu de Cristo, con
bondad, con compasión y simpatía, mostrando amor por el pecador
mientras odiamos el pecado con un odio perfecto.—
Manuscrito 8a,
1888
.
Cómo corregía Pablo los errores
—Las contenciones en el
cuerpo de creyentes no están de acuerdo con la voluntad de Dios.
Son el resultado de los atributos del corazón natural. Las siguientes
palabras de Pablo se aplican a todos los que introducen desorden
y desunión: “De manera que yo, hermanos, no puedo hablaros co-
mo a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni
sois capaces todavía”.
1 Corintios 3:1, 2
. Aquí Pablo se dirige a un
grupo de personas cuyo progreso no estaba en proporción con los
privilegios y las oportunidades recibidos. Deberían haber podido
soportar la predicación de la clara Palabra de Dios, pero se encon-
traban en la misma condición de los discípulos cuando Cristo les
dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis
sobrellevar”.
Juan 16:12
. Ellos deberían haber estado mucho más
adelantados en el conocimiento espiritual y haber sido capaces de
comprender y practicar las verdades superiores de la Palabra; pero
no estaban santificados. Habían olvidado que debían ser purgados
de sus tendencias al mal hereditarias y cultivadas, y que no debían
estimular los atributos carnales.