Página 311 - El Evangelismo (1994)

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La confirmación y retención de los nuevos conversos
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misericordia ha resuelto que los mensajeros del Evangelio vayan a
todos los países, lenguas y pueblos, hasta que la norma de la verdad
se establezca en todas partes del mundo habitado.—
Testimonies for
the Church 6:100 (1900)
.
Asegura una obra estable
—Dondequiera que se forme un gru-
po de creyentes debería edificarse una casa de culto. No abandonen
los obreros el lugar sin realizar esto.
En muchos lugares donde se ha predicado el mensaje y donde
hay personas que lo han aceptado, ellas están sujetas a limitaciones,
y por lo tanto pueden realizar muy poco para hacer lo necesario
para que la obra sea representada dignamente. Con frecuencia esto
dificulta el progreso de la obra. Cuando hay quienes se interesan en
la verdad, los pastores de otras iglesias les dicen—y estas palabras
son repetidas por los miembros de iglesia—: “Esta gente no tiene
iglesia, de manera que no tendréis dónde adorar. Formáis parte de
un grupo pequeño, pobre e ignorante. Dentro de poco tiempo los
pastores se irán y el interés morirá. Entonces abandonaréis todas
esas nuevas ideas que habéis recibido”.
¿Podemos suponer que esto no constituirá una fuerte tentación
para los que han comprendido las razones de nuestra fe y que han
sido convencidos por el Espíritu de Dios acerca de la verdad pre-
sente? Hay que repetir con frecuencia que de un pequeño comienzo
puede surgir un gran interés. Si manifestamos sabiduría, un juicio
santificado y una hábil dirección en el afianzamiento de los intereses
del reino de nuestro Redentor, haremos todo lo que esté en nuestro
poder para asegurar a la gente en lo que concierne a la estabilidad
de la obra. Y así se edificarán santuarios humildes donde los que
aceptan la verdad encontrarán un lugar para adorar a Dios de acuerdo
con los dictámenes de su propia conciencia.—
Testimonies for the
Church 6:100, 101 (1900)
.
Adquisición de propiedades en las ciudades
—En toda ciudad
donde se proclame la verdad hay que levantar iglesias. En algu-
nas ciudades grandes hay que edificar iglesias en varios sitios. En
algunos lugares se ofrecerán en venta casas de culto a un precio
razonable, y éstas pueden adquirirse ventajosamente.—
Carta 168,
1909
.
No más humilde que nuestros hogares
—Hubo tiempos cuan-
do se estimó necesario adorar a Dios en lugares muy humildes, pero