Página 366 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
explicando las Escrituras a la gente, de una manera clara y senci-
lla, Dios hace que la verdad sea poderosa para salvar. El Salvador
bendice a aquellos que realizan esta obra.—
Carta 108, 1901
.
El enseñar la doctrina no es el objeto inicial de la obra per-
sonal
—Hay muchas almas que albergan anhelos indecibles de luz,
de seguridad y fuerza, más allá de lo que les ha sido posible compren-
der. Necesitan que se las busque y se trabaje por ellas, con paciencia
y perseverancia. Buscad al Señor con fervorosa oración por ayu-
da. Presentad a Jesús porque lo conocéis como a vuestro Salvador
personal. Fluya de los labios humanos su amor subyugador, su rica
gracia. No necesitáis presentar puntos doctrinales a menos que se os
pregunte. Mas tomad la Palabra y con amor tierno y anheloso por
las almas, mostradles la preciosa justicia de Cristo, a quien vosotros
y ellos deben acudir para ser salvos.—
Manuscrito 27, 1895
.
Aprended a recoger la cosecha
—Se necesita educación: la
preparación de cada obrero que entre en el campo evangélico, no
sólo para usar la hoz y segar la cosecha, sino también para recogerla
con rastrillo, para juntarla, y para cuidarla en la forma debida. Esta
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siega se ha llevado a cabo en todas partes, pero sus resultados han
sido muy escasos, porque se ha realizado un trabajo insuficiente
mediante el esfuerzo personal para separar el trigo de la paja y
guardarlo en bolsas en el granero.—
Carta 16e, 1892
.
Aprended el arte de manejar la red del Evangelio
—La mente
debe ser activa para idear las mejores formas y medios para alcanzar
a la gente que nos rodea. No debemos ser muy abarcantes, incurrien-
do en grandes gastos. Hay individuos y familias que nos rodean por
los cuales debemos hacer esfuerzos personales. A menudo permiti-
mos que se nos escapen oportunidades que están a nuestro alcance,
para hacer una obra a gran distancia de nosotros, que entraña menos
esperanza, y así nuestro tiempo y nuestros medios pueden perderse
en ambos lugares. El estudio de los obreros ahora debe ser aprender
el oficio de reunir a las almas en la red del Evangelio.—
The Review
and Herald, 8 de diciembre de 1885
.
La sencillez natural en la tarea de ganar almas
—La obra
de Cristo se componía mayormente de entrevistas personales. El
manifestaba una fiel consideración hacia el auditorio de una sola
alma; y esa única alma ha llevado a millares a la comprensión
recibida.