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El Evangelismo
Instructores bíblicos egresados de nuestras escuelas
—En to-
da escuela que Dios ha establecido habrá, como nunca antes, deman-
da de instrucción bíblica. Nuestros estudiantes han de ser educados
a fin de ser instructores bíblicos, y los maestros de Biblia pueden
realizar una obra realmente maravillosa, si ellos mismos aprenden
del gran Maestro.
La Palabra de Dios es verdadera filosofía, verdadera ciencia. Las
opiniones humanas y la predicación sensacionalista valen muy poco.
Los que están imbuidos de la Palabra de Dios pueden enseñarla de
la misma manera sencilla en la cual Cristo la enseñó. Demasiado
depende de la enseñanza de las Escrituras para aquellos que están en
tinieblas, para que usemos una palabra que no pueda ser entendida
fácilmente...
Hay necesidad de obreros que se acerquen a los no creyentes, sin
esperar a que estos últimos se acerquen a ellos, obreros que busquen
a la oveja perdida, que hagan obra personal, que den una instrucción
clara y definida.
Debe ser el blanco de nuestras escuelas proporcionar la mejor
instrucción y preparación para los obreros bíblicos. Nuestras aso-
ciaciones deben tratar de que nuestras escuelas estén provistas de
maestros que sean cuidadosos y que tengan una profunda experien-
cia cristiana. El mejor talento ministerial debiera ser llevado a los
colegios.—
Manuscrito 139, 1898
.
Una educación amplia que incluya la obra bíblica
—El Señor
quiere que el colegio sea también un lugar donde se obtenga prepa-
ración en los trabajos femeninos: arte culinario, tareas domésticas,
corte y confección de vestidos, teneduría de libros, lectura correcta
y pronunciación. Las alumnas deben estar en condiciones de ocupar
cualquier puesto que se les ofrezca: directoras, maestras de escue-
la sabática, obreras bíblicas. Deben prepararse para enseñar en las
escuelas para niños.—
Carta 3, 1898
.
Deben ser obreros experimentados: no simples muchachos
y niñas
—El trabajo ministerial no puede ni debe ser confiado a
muchachos, ni tampoco el trabajo de dar estudios bíblicos ser con-
fiado, a niñas no experimentadas, que ofrecen sus servicios y están
dispuestas a asumir posiciones de responsabilidad, pero que carecen
de experiencia religiosa, y que no tienen una educación y una prepa-
ración cabales. Deben ser probados para ver si soportan la prueba; y