Página 488 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
declararán que el error especioso es luz, tomarán equivocadamente
los fantasmas por cosas reales, y las cosas reales por fantasmas, y
llamarán a un mundo un átomo y a un átomo un mundo. Caerán
en engaños y errores que Satanás ha preparado como redes ocultas
para enredar los pies de los que piensan que pueden andar guiados
por su sabiduría humana sin la gracia esencial de Cristo. Jesús no
quiere que el hombre vea a “los hombres como árboles... que andan”
sino que desea que vea todas las cosas claramente. Hay un solo
remedio para el alma pecadora, y a menos que ésta lo reciba, los
hombres aceptarán un error tras otro hasta que sus sentidos queden
pervertidos.—
Manuscrito 16, 1890
.
Los milagros no constituyen una prueba
Satanás presentará milagros
—Muchos que rehúsan los men-
sajes que el Señor les envía están buscando clavos para colgar sus
dudas y andan buscando alguna excusa para rechazar la luz del cielo.
Frente a una evidencia clara, dicen tal como los judíos: “Muéstranos
un milagro y creeremos. Si estos mensajeros tienen la verdad, ¿por
qué no sanan a los enfermos?”...
Si sus ojos pudieran ser abiertos se verían rodeados por ángeles
malignos jubilosos y triunfantes debido a su poder para engañarlos.
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Está por llegar el día cuando Satanás contestará el pedido de esas
personas que dudan y hará numerosos milagros para confirmar la fe
de todos los que buscan esa clase de evidencia. ¡Cuán terrible será
la situación de los que cierran los ojos a la luz de la verdad y piden
milagros para afirmarse en el engaño!—
Carta 4, 1889
.
Sanamientos milagrosos y fanatismo
—Nuestros sanatorios
deben alcanzar a una clase de personas que no pueden ser alcanzadas
por ningún otro medio. Algunos preguntan: “¡Cómo es eso! ¿No
se ofrecen oraciones para obtener sanamientos milagrosos de los
enfermos en lugar de establecer tantos sanatorios?” Si se hiciera
esto en nuestras filas surgiría un gran fanatismo. Los que tienen
mucha confianza propia de inmediato entrarían en acción, tal como
lo hicieron algunos en—-quienes tenían mucho que decir acerca
de la carne santificada. Estas personas fueron arrastradas por un
engaño espiritista. En el Congreso de la Asociación General de 1901
fueron reprochados por un mensaje que el Señor me dio para ellos.