Página 501 - El Evangelismo (1994)

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El trato con la falsa ciencia, los cultos, los ismos y las sociedades secretas
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por el Señor de lugar en lugar para reprochar a los que sostenían esas
falsas doctrinas. Había quienes corrían el riesgo de ir al fanatismo,
de modo que se me pidió en el nombre del Señor que les diera una
advertencia procedente del cielo.
Volveremos a encontrar estas mismas doctrinas falsas. Habrá
quienes pretenderán tener visiones. Cuando Dios os dé una evidencia
clara de que la visión es de él, debéis aceptarla, pero no la aceptéis
a base de ninguna otra evidencia; porque la gente será descarraida
cada vez más en países extranjeros y en los Estados Unidos. El
Señor quiere que los miembros de su pueblo obren como hombres y
mujeres sensatos.
En el futuro surgirán engaños de toda clase, de modo que nece-
sitamos tener un terreno sólido para afirmar nuestros pies. Necesi-
tamos columnas sólidas para el edificio. Ni siquiera un ápice ha de
removerse de lo que el Señor ha establecido... ¿Dónde hallaremos
seguridad a menos que sea en las verdades que el Señor ha estado
dando durante los últimos cincuenta años?—
The Review and Herald,
25 de mayo de 1905
.
Tal como la serpiente engañó a Eva
—Las teorías falsas, repe-
tidas una vez tras otra, hoy parecen invitar tan engañosamente como
atractivo parecía el fruto del árbol prohibido en el huerto del Edén.
El fruto era muy hermoso y al parecer era deseable como alimen-
to. Muchas almas ya han sido destruidas a causa de las doctrinas
falsas.—
Manuscrito 37, 1906
.
Enfermos por el fanatismo y el extremismo
—Así como la
visión natural de la gente llega a echarse a perder tanto que resulta
casi inservible, así también en el caso de los fanáticos religiosos y los
extremistas, el ojo del alma a través del cual es posible discernir el
bien y el mal, se pervierte tanto que nada se distingue con claridad.
Se arruina el discernimiento sano y en esta forma el espíritu de
verdad y justicia no puede ser distinguido del espíritu de error y
fanatismo.
Hay una enfermedad de las facultades espirituales cuando un
hombre o una mujer imaginan que ven cosas que no existen. Quedan
tan ciertamente intoxicados por una ilusión como el bebedor se
intoxica al usar bebidas fuertes. Hay una inspiración, pero no es
de Dios. Las facultades mentales se pervierten. Haga de Dios cada