Página 505 - El Evangelismo (1994)

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El trato con la falsa ciencia, los cultos, los ismos y las sociedades secretas
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vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes
poderes—el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo—son bautizados los
que reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con
los súbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva
vida en Cristo.—
Special Testimonies, Serie B, 7:62, 63 (1905)
.
La preexistencia del Hijo de Dios y su existencia por sí mis-
mo
—Cristo es el Hijo de Dios preexistente y existente por sí mis-
mo... Al hablar de esta preexistencia, Cristo hace retroceder la mente
hacia las edades sin fin. Nos asegura que nunca hubo un tiempo
cuando él no haya estado en estrecha relación con el Dios eterno.
Aquel cuya voz los judíos escuchaban en ese momento había estado
junto a Dios.—
The Signs of the Times, 29 de agosto de 1900
.
Era igual a Dios, infinito y omnipotente... Es el Hijo eterno y
existente por sí mismo.—
Manuscrito 101, 1897
.
Desde la eternidad
—Aunque la Palabra de Dios habla de la
humanidad de Cristo cuando estuvo en esta tierra, también habla
definidamente acerca de su preexistencia. El Verbo existía como un
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ser divino, como el Hijo eterno de Dios en unión y en unidad con el
Padre. Desde la eternidad era el Mediador del pacto, aquel en quien
serían bendecidas todas las naciones de la tierra, tanto judíos como
gentiles, si lo aceptaban. “El Verbo, era con Dios, y el Verbo era
Dios”.
Juan 1:1
. Antes de que los ángeles fuesen creados, el Verbo
estaba con Dios, era Dios.—
The Review and Herald, 5 de abril de
1906
.
Cristo les muestra que aunque ellos podían calcular que su vida
tenía menos de cincuenta años, sin embargo su vida divina no podía
ser calculada por cómputos humanos. La existencia de Cristo antes
de su encarnación no se mide con números.—
The Signs of the
Times, 3 de mayo de 1899
.
Vida original, que no proviene ni deriva de otra
—Jesús de-
claró: “Yo soy la resurrección y la vida”. En Cristo hay vida original,
que no proviene ni deriva de otra. “El que tiene al Hijo, tiene la
vida”.
1 Juan 5:12
. La divinidad de Cristo es la garantía que el cre-
yente tiene de la vida eterna.—
El Deseado de Todas las Gentes, 489
(1898)
.
Con el Padre en el Sinaí
—Cuando ellos [Israel] llegaron al
Sinaí, él [Dios] aprovechó la ocasión para refrescar su memoria
con respecto a sus requerimientos. Cristo y el Padre, estando lado a