Página 518 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
Sacrificio a cada paso
—Estamos aproximándonos al final de
la historia de este mundo y los diferentes departamentos de la obra
de Dios deben promoverse con mucho más sacrificio personal que
el que se ha practicado hasta ahora. La obra para estos días finales
es una obra misionera. La verdad presente, desde la primera hasta
la última letra de su alfabeto, significa un esfuerzo misionero. La
obra que debe realizarse exige sacrificio a cada paso de avance. Los
obreros han de salir de la prueba purificados y refinados, como oro
probado en fuego.—
The Review and Herald, 18 de noviembre de
1902
.
Enseñemos y vivamos las doctrinas
—Los siervos de Dios han
de emplear el mayor cuidado con respecto a las doctrinas que ense-
ñan, el ejemplo que sientan y la influencia que ejercen sobre aquellos
que están relacionados con ellos. El gran apóstol apela a la iglesia y
a Dios como testigos de la verdad y la sinceridad de su profesión.
“Vosotros sois testigos, y Dios—dice él—, de cuán santa y justa e
irreprensiblemente nos condujimos con vosotros”.—
The Review
[459]
and Herald, 11 de diciembre de 1900
.
Evitad el enredo de los negocios
—Hemos de ser obreros jun-
tamente con él. Los que están en su servicio necesitan separarse de
todos los enredos comerciales que empañan su carácter cristiano.
Los pescadores a los cuales llamó el Salvador, dejaron inmediata-
mente sus redes. Los que se consagran a la obra del ministerio no
deben enredarse en los ramos comerciales que producirán tosquedad
en su vida y serán un detrimento para su progreso espiritual en la
obra que el Señor les ha dado para hacer.—
Carta 53, 1905
.
La falta de sinceridad es fatal
—No debe haber duplicidad ni
claudicación en la vida del obrero. Aunque el error, aun cuando
sea sostenido sinceramente, es peligroso para cualquiera, fa falta de
sinceridad en la verdad es fatal.—
Medical Missionary, 1 de enero
de 1891
.
El espíritu áspero niega a Cristo
—Los hombres pueden hablar
fluidamente acerca de doctrinas, y pueden expresar una fe poderosa
en las teorías, pero ¿poseen ellos la mansedumbre y el amor cristia-
nos? Si revelan un espíritu áspero y crítico están negando a Cristo.
Si no son bondadosos, tiernos, longánimes, no son semejantes a
Jesús; están engañando sus propias almas. Un espíritu contrario al
amor, la humildad, la mansedumbre y la bondad de Cristo, lo niega