Página 546 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
Hay que hablar claramente y con expresión
—Todos los obre-
ros, ya sea que hablen desde el púlpito o den estudios bíblicos, deben
aprender a hablar en forma clara y expresiva.—
Carta 200, 1903
.
La voz de los que leen la Biblia debe ser suave y musical
—El
que lee la Biblia ante la congregación o en el círculo familiar debe
ser capaz de leer con una cadencia suave y musical que encante a
los oyentes.—
Testimonies for the Church 6:381 (1900)
.
Debe convencer e impresionar
—El arte de leer correctamente
y con el énfasis debido es del más alto valor. No importa cuánto
conocimiento se pueda haber adquirido en otros ramos, si se ha
descuidado el cultivo de la voz y de la forma de expresión para hablar
y leer distintamente y en forma inteligible, todo ese conocimiento
tendrá poquísima utilidad, porque sin el cultivo de la voz no es
posible comunicar pronta y claramente lo que se ha aprendido.
El aprender a comunicar en forma convincente e impresionante
lo que uno sabe, es de especial valor para los que desean llegar a ser
obreros en la causa de Dios. Cuanto más expresión se pueda poner
en las palabras de verdad, tanto más eficaces serán esas palabras
para los que escuchan. Una debida presentación de las verdades
del Señor es digna de nuestros esfuerzos más intensos. Realicen
esfuerzos decididos para aprender a hablar correcta y enérgicamen-
te los alumnos que se preparan para el servicio del Maestro, para
que cuando conversen con otros acerca de la verdad, o cuando se
dediquen al ministerio público, puedan presentar apropiadamente
las verdades de origen celestial.—
Manuscrito 131, 1902
.
La voz del orador afecta las decisiones
—Algunos destruyen
la solemne impresión que podrían haber hecho sobre la gente al
levantar la voz hasta un tono muy alto y al presentar la verdad con
gritos y chillidos. Cuando se la expone en esta manera, la verdad
pierde mucho de su dulzura, de su fuerza y solemnidad. Pero si
el tono de voz es correcto, si es solemne, y si está modulado de
tal manera que llegue a ser conmovedor, producirá una impresión
mucho mejor.
Este era el tono con el que Cristo enseñaba a sus discípulos.
Los impresionaba con solemnidad; hablaba en forma conmovedora.
¿Pero cuál es el beneficio del griterío? No proporciona a la gente
ninguna visión más exaltada de la verdad y no la impresiona más
profundamente. Tan sólo provoca una sensación desagradable en