Página 561 - El Evangelismo (1994)

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Calificaciones esenciales del obrero
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todo tal como vosotros, ni considerar las cosas como vosotros lo
hacéis; a tal punto que si vosotros abandonáis la verdad él se vea
obligado a decir: “Yo también la abandonaré”. Ayúdeseles a obtener
una simetría de carácter del Dios del cielo; no es que ellos deben
tener vuestras ideas y vosotros debéis ejercer una influencia mode-
radora en ellos; sino que debéis llevarlos directamente a la Biblia
como su norma. La importancia de estas cosas me ha sido mostrada
tantas veces que siento una carga en este sentido.—
Manuscrito 19b,
1890
.
No hay que reprimir ni desanimar a los nuevos obreros
Dios nunca se propuso que el juicio y los planes de una sola persona
fuesen considerados como supremos. El dice: Sois obreros junta-
mente con Dios. No se dedique ninguna persona a reprimir ni a
desanimar. No procure colocar su armadura sobre su hermano, por-
que él no la ha probado... Y los pastores nunca debieran copiar
los gestos, los hábitos, las actitudes, las expresiones ni los tonos
de voz de ningún hombre. No deben convertirse en la sombra de
nadie, en pensamiento, en sentimiento, en planificación ni en la
ejecución del gran todo. Si Dios os ha hecho pastores del rebaño
también os ha dado las calificaciones necesarias para llevar a cabo
esa obra.—
Manuscrito 104, 1898
.
Jóvenes llamados a servir en las líneas de avanzada
—Los
hombres de cabellos canos debieran andar con cautela, y debieran
dar a los jóvenes que tratan de desarrollarse toda oportunidad posible
para ir al frente. Los obreros de más edad no debieran considerar que
es una deshonra para ellos permitir que vayan al frente los jóvenes
que deben usar sus capacidades y deben cumplir sus responsabi-
lidades individuales y llegar a ser hombres dignos de confianza.
Los que tienen más edad debieran estimular a los jóvenes para que
desarrollen sus talentos.
Necesitamos hombres que se encarguen de la obra con to-
da responsabilidad. Los jóvenes deben recibir oportunidades para
desarrollarse.—
Carta 97, 1896
.
Deben recibir reconocimiento
—El condescendió a llevar a sus
discípulos ante las multitudes para darles reputación para que mu-
chos reconociesen en su trabajo que habían trabajado como Cristo
lo hizo. Las obras de misericordia realizadas por nuestro Señor iban
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a abrir las puertas para sus discípulos.—
Carta 252, 1906
.