Página 67 - El Evangelismo (1994)

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Los planes para la campaña pública
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A menos que el orador tenga a alguien a su lado con quien pueda
compartir su trabajo, será colocado muchas veces en circunstancias
donde estará obligado a hacer violencia a las leyes de la vida y de la
salud. Por otra parte a veces acontecen algunas cosas importantes
que lo hacen salir del lugar precisamente en el momento culminante
de un interés. Si dos están vinculados con el trabajo, la obra en tales
ocasiones no necesitará ser abandonada.—
Historical Sketches of the
Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 126, 127 (1886)
.
[59]
Ventajas del trabajo unido
—Es necesario que dos personas
trabajen juntas; pues la una puede animar a la otra y juntas pueden
aconsejarse, orar y escudriñar la Biblia. Así pueden obtener una luz
más amplia sobre la verdad; pues uno verá una fase, y el otro otra fase
de la verdad. Si yerran, pueden corregirse mutuamente sus discursos
y su actitud, de manera que la verdad no sea subestimada a causa de
los defectos de sus defensores. Si los obreros son enviados solos, no
habrá nadie que observe y corrija sus errores; pero cuando dos van
juntos, puede realizarse una obra educadora y cada obrero puede
llegar a ser lo que debe ser: un ganador de almas de éxito.—
The
Review and Herald, 4 de julio de 1893
.
¿Por qué no se hace hoy?
—¿Por qué es que nos hemos apar-
tado del método de trabajo que fue instituido por el gran Maestro?
¿Por qué es que los trabajadores en su causa hoy en día no son envia-
dos de dos en dos? “¡Oh!—decís—no tenemos obreros suficientes
para ocupar el campo”. Entonces ocupad menos territorio. Enviad a
los obreros a los lugares donde el camino parece abierto, y enseñad
la preciosa verdad para este tiempo. ¿No podemos ver sabiduría en
que dos vayan juntos a predicar el Evangelio?—
The Review and
Herald, 19 de abril de 1892
.
La sede de la campaña evangélica
“Estudiad vuestra ubicación”
—Entrad en las grandes ciuda-
des, y cread interés entre los encumbrados y los humildes. Haced
que vuestro trabajo sea predicar el Evangelio a los pobres, pero
no os detengáis allí. Tratad de alcanzar también a las clases más
elevadas. Estudiad vuestra ubicación con vistas a permitir que vues-
tra luz brille hacia los demás. Esta obra debía haberse hecho hace
tiempo.—
Testimonios para los Ministros, 406 (1896)
.