Página 78 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
y nuestras oraciones os acompañarán como hoces agudas”. Así
es como nuestras iglesias deberían dar un testimonio definido en
favor de Dios, y también deberían dar sus dones y ofrendas, para
que los que van al campo de labor tengan con qué trabajar por las
almas.—
Manuscrito 73a, 1900
.
La provisión de Dios para la obra en la ciudad
—He tenido
mensajes del Señor, que he transmitido repetidamente a nuestros
hermanos, según los cuales hay muchos hombres adinerados que son
susceptibles a las influencias e impresiones del mensaje evangélico.
El Señor tiene un pueblo que aun no ha escuchado acerca de la
verdad. Proseguid en vuestra obra, y las propiedades que se donarán
para el adelanto de la verdad utilícense para establecer un centro en
-----. Desígnese a las personas debidas, que no han manifestado el
espíritu egoísta y codicioso que impide la afluencia de los recursos
que deberían emplearse en las grandes ciudades, para que lleven a
cabo la obra, porque Dios los reconoce como sus elegidos...
Dios obrará en los corazones de personas adineradas cuando la
Biblia y la Biblia sola, sea presentada como la luz del mundo. En
esas ciudades la verdad ha de brillar como una lámpara ardiendo.
Se ha formulado esta pregunta: ¿Por qué habéis hecho vuestra
especialidad el trabajar por la clase más baja mientras pasáis por alto
a hombres distinguidos y talentosos? Hay un campo que está maduro
para la siega, y el Señor tiene los medios con los cuales trabajar esos
campos. Hay hombres de grandes capacidades comerciales que
aceptarán la verdad, hombres que confían en las Escrituras, quienes,
del tesoro del corazón pueden sacar cosas nuevas y viejas. Dirigidos
por el Espíritu Santo, estos hombres avanzarán de una manera que
despejará las obstrucciones, de tal suerte que el pueblo pueda ser
amonestado acerca de la pronta venida del Señor...
En muchos testimonios he declarado que hombres ricos, que
tienen el dinero de su Señor, serán inducidos por el Espíritu de Dios
a abrir puertas al avance de la verdad en las grandes ciudades. Usarán
los medios que se les ha confiado para preparar el camino del Señor,
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para enderezar camino en el desierto para nuestro Dios.
Los que trabajan en las grandes ciudades deben alcanzar, si fuere
posible, a los grandes del mundo, y aun a los dirigentes políticos.
¿Dónde está nuestra fe? Dios me ha presentado el caso de Nabu-
codonosor. El Señor manifestó su poder para lograr que el rey más