La organización de las reuniones evangélicas
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en cuyo beneficio no se han llevado a cabo esfuerzos especiales
hasta ahora.
En los lugares donde se realizan campañas de evangelización
como la que se realizó en Los Angeles, despejen los feligreses el
camino del Rey y contribuyan con sus recursos a la obra que debe
realizarse. Demuestren que viven en perfecta armonía. Asistan a las
reuniones provistos y equipados para servir, listos para conversar
con cualquier persona que manifieste interés. Oren y trabajen para
las ovejas perdidas.—
The Review and Herald, 20 de diciembre de
1906
.
Un ejemplo para los conversos nuevos
—Sean los miembros
más antiguos un ejemplo para los recién convertidos. Encarezco a
aquellos que han estado por largo tiempo en la verdad que no perju-
diquen a los nuevos conversos viviendo vidas irreligiosas. Aparten
toda murmuración y hagan una obra completa en sus propios cora-
zones. Arad el campo descuidado de vuestros corazones, y tratad de
descubrir lo que podéis hacer a fin de que la obra avance...
Despertaos, despertaos, y dad a los inconversos la evidencia
de que creéis en una verdad de origen divino. A menos que os
despertéis, el mundo no creerá que practicáis la verdad que profesáis
sostener.—
Carta 75, 1905
.
Los miembros de la iglesia han de ayudar
—El Señor exige
mucho más esfuerzo personal de parte de los miembros de nues-
tras iglesias. Las almas han sido descuidadas, los pueblos, aldeas
y ciudades no han oído la verdad para este tiempo, porque no se
han realizado sabios esfuerzos misioneros... Nuestros pastores or-
denados deben hacer lo que puedan, pero no debe esperarse que un
hombre haga la obra de todos. El Maestro encomendó a cada uno su
obra. Hay visitas que hacer, hay oraciones que elevar, hay simpatía
que impartir; y la piedad—el corazón y la mano—de toda la iglesia,
ha de emplearse si la obra ha de ser realizada. Podéis sentaros con
vuestros amigos y de una manera agradable y social, hablar de la
preciosa fe bíblica.—
The Review and Herald, 13 de agosto de 1889
.
Alisten los pastores a las iglesias en la obra evangélica
—A
veces los pastores hacen demasiado; tratan de abarcar toda la obra
con sus brazos. Esta los absorbe y los empequeñece; y sin embargo
continúan abrazándola en su totalidad. Al parecer piensan que ellos
solos han de trabajar en la causa de Dios, en tanto que los miembros
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